Otra cara de nuestro entorno

Otra cara de nuestro entorno
Por:
  • jorgem-columnista

La imagen que habitualmente se tiene de la metrópolis retrata una enorme concentración humana inmersa en un vertiginoso ritmo de vida, que a veces raya en lo caótico. Esta percepción es parcial, ya que existen diferentes facetas de la Ciudad de México que se resisten a ser devoradas por la mancha urbana. Entre ellas se cuentan las zonas rurales de la capital, habitadas tan sólo por el 0.5 por ciento de los chilangos.

Estos parajes campiranos, que junto a las áreas protegidas abarcan el 59 por ciento de la superficie geográfica de la capital, contribuyen a mitigar el fuerte impacto de la contaminación porque se conservan como espacios verdes. Aquí los suelos todavía sirven para actividades agropecuarias que apoyan la economía familiar. En estos lugares se respira mejor, el ruido no lastima los oídos y en el horizonte visual aún se aprecia la naturaleza. Nuestra realidad es un abanico de contrastes.

[caption id="attachment_1052498" align="alignnone" width="696"] Aunque el paisaje presentacaracterísticas típicas del México rural, también forma parte de la capital. Foto: JMM[/caption]