Navidad legislativa frente al México invisible

Navidad legislativa frente al México invisible
Por:
  • monica-garza

Muy festejadores comenzaron muchos esta semana, luego del anuncio de que la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) incrementará el salario mínimo general para el 2019 a 102.68 pesos diarios y 176.72 en estados fronterizos.

El aumento de 14 pesos beneficiará principalmente y, según datos del IMSS, a alrededor de ocho millones de trabajadores, que actualmente perciben uno o menos de dos salarios mínimos al día.

El número anunciado no resulta nada despreciable, sin embargo, queda superado por otra cifra, cuando en México 53.4 millones de personas viven en situación de pobreza y 9.4 millones en pobreza extrema.

Y es que, inevitablemente, saltan los contrastes en esta época navideña, en la que de acuerdo con la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño, una cena básica para una familia de entre cuatro y seis integrantes, cuesta alrededor de mil 200 pesos en promedio.

El cálculo incluye un pavo pequeño, postre, ponche, botana, refrescos y algo de bebidas alcohólicas.

El actual salario mínimo, de 88.36 pesos diarios, suma dos mil 650 pesos al mes, donde la canasta alimentaria urbana, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, cuesta mil 530 pesos (hasta noviembre pasado).

Lo anterior quiere decir que los ocho millones de mexicanos que perciben menos de dos salarios mínimos, si quisieran ofrecer una cena de Navidad básica a su familia, tendrían que desembolsar más de la mitad de sus ingresos en una sola noche.

[caption id="attachment_845639" align="aligncenter" width="696"] Diputados gritan durante la sesión ordinaria en la Cámara de Diputados, el martes pasado, durante el decreto de la Ley de Ingresos de la Federación 2019. Foto: Cuartoscuro[/caption]

Cerca de mil 120 pesos es lo que les quedaría entonces para cubrir los gastos de los 30 días restantes del mes. Una misión que parece imposible, pero que millones de mexicanos logran en su realidad, y son los mismos millones que nunca han tenido —ni tendrán— la posibilidad de pagar un “menú de Navidad”.

Sin embargo, los poco más de 14 pesos que aumentará el salario mínimo, fueron aplaudidos por los mismos diputados, que aprobaron un acuerdo para pagarse, por sólo cuatro meses de trabajo en 2018, 233 mil 755 pesos cada uno. (46 mil 834 pesos de aguinaldo, 74 mil pesos por dieta mensual, 45 mil 786 pesos por asistencia legislativa, 28 mil 772 pesos de atención ciudadana.)Morena, la bancada de la mayoría (236 integrantes) —y luego de un jalón de orejas de su líder—señaló que pagarán el ISR, pero sólo de la cantidad correspondiente al aguinaldo.

¡Imagínense!  el “bono de fin de año” de los legisladores, tan sólo el aguinaldo de 46 mil pesos, supera por mucho los 31 mil 800 pesos que ganó en todo el año una persona que recibió cada día el salario mínimo, en muchos casos, por más de 10 horas de trabajo.

En estos contrastes tan a la mexicana, nuestros diputados se premian generosamente por un trabajo que en ocasiones desemboca en jornadas tan lamentables, como la que se vivió en San Lázaro el martes pasado.

Porque vaya manera de rebajar el nivel de la discusión legislativa, al incluir una canción de Paquita la del Barrio, que indudablemente es una cantante que representa con gran dignidad una expresión de arte popular, pero el pleno de la Cámara de Diputados, en sesión de trabajo, no es foro para su exposición.

Gritos, empujones, insultos y hasta rasguños entre legisladoras, fueron parte de la escena, tan hilarante como vergonzosa, que acabó ante la ausencia de civilidad, en suspensión de la sesión.

Todo un zafarrancho para que un día después, la ley a la que no se le podía mover “ni una coma”, fuera sutilmente modificada y aprobada con 307 votos a favor.

Mientras tanto, en el renglón del salario mínimo, ahí donde todo se observa de lejos, en el México profundo, ese de los dos mil 650 pesos mensuales para sobrevivir-vivir, al que pertenecen albañiles, carpinteros de obra negra, recamareras de motel, fogoneros de calderas de vapor, costureras de fábrica o pepenadores; el México de espantar el frío entre cartones, ése se mantiene casi intacto, quizá con una escalada pequeña, pero aún sin cena de Navidad, sin bono, ni vacaciones, ni regalos…

“Rata de dos patas… te estoy hablando a ti”…. cantaría Paquita la del Barrio.