La cosmonauta y el autócrata

La cosmonauta y el autócrata
Por:
  • rafaelr-columnista

Valentina Tereshkova fue, en 1963, la primera mujer que voló al espacio a bordo de la nave Vostok 6. Fue una heroína en la época soviética y su apellido nombra un cráter de la Luna. Como muchas celebridades de aquel comunismo, hoy Tereshkova es una legisladora cristiana ortodoxa del partido oficial, Rusia Unida, en la Duma, el parlamento de la Federación Rusa, y gran admiradora de Vladimir Putin.

Hace unos días Tereshkova presentó una propuesta de reelección de Putin por dos periodos consecutivos más, tomando en cuenta que en abril se someterá a referéndum una reforma constitucional que rediseña el poder ruso. En contra de pronósticos que preveían un desplazamiento de Putin a otra función de alto rango, como el Consejo de la Federación o el Primer Ministerio, la propuesta de Tereshkova es que con la nueva Constitución, Putin asuma la presidencia de nuevo en 2024, con derecho a una reelección continua.

"El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró el pasado martes, que una de las razones por las que Putin dio el visto bueno a la propuesta de Tereshkova fue el brote del Covid-19. No es el mandatario ruso el único que aprovecha esta pandemia para acumular poder"

La propuesta de Tereshkova fue aprobada por 383 votos a favor, ninguno en contra, aunque —eso sí— 43 abstenciones. En la cámara alta, el Consejo de la Federación, algún valiente votó en contra y sólo tres se abstuvieron. De manera que el referéndum constitucional de abril, que además de los cambios en la jefatura del Estado incluirá ofertas atractivas de política social como aumento de pensiones y salario mínimo, supondrá, una vez más, un plebiscito a favor de la

reelección de Putin.

De concretarse el proyecto, Putin estará en el Kremlin hasta 2036. Sólo un poquito más que Porfirio Díaz, el introductor del sexenio como periodo presidencial en América Latina, a quien admiraba León Tolstoi, muy leído, a su vez, por el propio Putin. Tolstoi decía que Díaz era un “prodigio de la naturaleza” y un “héroe de la paz”, porque, en esencia, siendo un demócrata, había comprendido que México no estaba listo para la democracia. Para el gran escritor ruso Díaz era algo así como un autócrata benévolo, un dictador que no quería serlo, pero se sacrificaba por su pueblo para mantener el orden y la paz.

La presidencia perpetua de Putin es presentada por el Kremlin de la misma manera: como una necesidad y un sacrificio. Necesidad de Rusia, ante las acechantes calamidades en su contra que provienen de Occidente. Y sacrificio de Putin, quien podría retirarse a su Yásnaia Poliana, pero antepone las urgencias de la nación a su interés personal. Putin al mando, por 36 años consecutivos, sería la única garantía de la unidad y el progreso de Rusia en este turbulento siglo XXI.

No creo que exista otra justificación más diáfana de la autocracia en nuestros tiempos. En el discurso putinista, el mundo y, sobre todo, Occidente, son focos de caos e inestabilidad. Rusia está amenazada por el terrorismo, la guerra, el desequilibrio financiero, el multiculturalismo, el libertinaje, la sociedad de consumo, la frivolidad y, ahora, para colmo, las epidemias. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró el pasado martes, que una de las razones por las que Putin dio el visto bueno a la propuesta de Tereshkova fue el

brote del Covid-19.

"Se dice que los astronautas son de los pocos seres humanos en advertir el overview effect, es decir, una visión de la armonía del universo que sólo se alcanza entre las estrellas. Valentina Treshkova fue una cosmonauta comunista y hoy es una parlamentaria cristiana, que suscribe el caos universal del que habla el presidente ruso Vladimir Putin"

No es el mandatario ruso el único que aprovecha esta pandemia para acumular poder. Ahí está Donald Trump usando el coronavirus para dar rienda suelta a su aislacionismo. Y ahí está también Viktor Orbán, en Hungría, apresurándose a declarar el estado de emergencia y reforzando aún más sus fronteras. El Covid-19 ha llegado para reafirmar las pulsiones nacionalistas y xenófobas del nuevo autoritarismo del siglo XXI.

Se dice que los astronautas son de los pocos seres humanos en advertir el overview effect, es decir, una visión de la armonía del universo que sólo se alcanza entre las estrellas. Tereshkova fue una cosmonauta comunista y hoy es una parlamentaria cristiana, que suscribe el caos universal del que habla Putin. Ella impulsó la construcción de un templo ortodoxo en el lugar donde murió Yuri Gagarin, el cosmonauta que no vio a

Dios en el espacio.