Wanderlust

Wanderlust
Por:
  • valev-columnista

Wanderlust (trad: fuerte anhelo o impulso de vagar o deambular) es el nombre de una gran serie que puede verse en Netflix.

En sólo seis capítulos, somos testigos del drama de una pareja con más de 20 años de matrimonio, tres hijos y una vida estable y feliz excepto porque han perdido el deseo sexual por completo. Las escenas en la recámara son fiel retrato de una mala relación sexual: intentos de cercanía torpes, accidentados y a destiempo, quejas, aburrimiento, rechazo, pretextos: es tarde, me duele, no seas ridícula. Producto de la frustración sexual (en parte) ambos son infieles, más tarde se lo confiesan y ella propone que abran la relación: que tengan otras parejas sexuales, que salgan con otras personas con las que sólo tendrán un práctico intercambio sexual porque el amor sigue existiendo entre ellos, porque se cuidan, tienen tres hijos y han logrado construir una familia bonita y sólida.

Un pacto arriesgado parece dar resultado y la pareja recupera el deseo, la intensidad y la intimidad que hacía mucho tiempo no sentía. Sin embargo todo se complica cuando Alan se enamora de su pareja sexual y Joy descubre en una sesión de terapia, que las razones que la llevaron a buscar sexo fuera de su matrimonio tienen poco que ver con la pérdida del deseo y más con una incapacidad para sentir dolor o cualquier otra emoción. Joy busca sentir algo con el sexo y descubre que en el fondo de muchas de sus decisiones, hay duelos sin resolver y una tendencia a ocultar sus sentimientos.

La elección de pareja que tuvo lugar muchos años atrás se revela como una de las causas por las que Joy no soporta el sexo con Alan. La rigidez de él —súper ordenado y súper estructurado— fue fuente de certeza y estabilidad para ella pero con el paso del tiempo se convirtió en aburrimiento.

Detrás del sexo casual, de las relaciones poliamorosas o abiertas, existe muchas veces el miedo al amor y a sufrir un abandono, al entrar y salir “despreocupadamente” de relaciones que pueden volverse amorosas sin que nadie pueda

controlar el resultado final.

Wanderlust no es una defensa ni un ataque al poliamor. Es el retrato de una pareja cuyas motivaciones para aventurarse al sexo libre en el marco de una relación conyugal son mucho más profundas que la necesidad de novedad. A veces tratamos de controlar o neutralizar sentimientos profundos de pérdida con el sexo. A veces “flirteamos” con el desastre para huir del dolor o para evadir cambios

internos que deben hacerse.

En la historia de todos ha habido muertes, enfermedades, pérdidas, amores desdichados, malas decisiones, situaciones traumáticas, que enterramos en el inconsciente para poder seguir viviendo pero que sin darnos cuenta, siguen guiando muchas de nuestras conductas. Wanderlust parece decirnos que a veces creemos encontrar soluciones que en realidad son caminos hacia el desastre. Somos un misterio para nosotros mismos que sólo es posible descifrar con análisis, reflexión y valentía para ver las cosas como son, aunque duela.