Y si de derechos se trata, tenemos tres buenas

En el umbral del 70 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos hay tres buenas.

Una, sin duda, los 25 años de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, que pese a la mala administración pasada, hoy ha tomado nuevamente el liderazgo y así se vio  reflejado en la ceremonia solemne que realizó el Congreso de la Ciudad de México para el aniversario, cuando el diputado Temístocles Villanueva hizo mención de cómo la Comisión era indispensable para la vida democrática de la Ciudad de México. Hecho que, efectivamente, cada vez se hace más evidente. Estos 25 años también llegan con la gran responsabilidad de la elaboración de La Ley Constitucional de Derechos Humanos y sus Garantías de la Ciudad de México, que deberá entrar en vigor el 1 de febrero de 2019 y que será la primera ley en su tipo en todo México. Así que enhorabuena por el aniversario y estaremos pendientes de esta norma que se deberá aprobar en el primer Congreso de la CDMX.

La otra buena, el nombramiento que hizo Marcelo Ebrard al designar a Martha Delgado para dirigir los Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Su tarea no será nada fácil ya que recibirá una situación, por decir lo menos, compleja. Sólo hay que ver la paliza que recibió el actual gobierno mexicano con las más de 200 observaciones cuando se sometió  al Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos, las cuales iban en la línea del combate a la impunidad, destacando violaciones como identificar y juzgar a los responsables de las desapariciones de Ayotzinapa, poner fin a los feminicidios e investigar a los autores de crímenes contra periodistas. El nombramiento de Martha Delgado vendrá bien por la experiencia que tiene en derechos humanos y porque la visibilidad de México en el marco internacional con el tema es fundamental, pues habla del tipo de país que somos, más allá de lo que queramos ser.

Y la última buena fue el reconocimiento que recibió don Miguel Concha, El Sembrador, que le fue otorgado por diversas organizaciones de la sociedad civil defensoras de derechos humanos. En nuestro país es difícil entender la lucha y los avances de los derechos humanos sin la participación de don Miguel, quien, a través del Centro Fray Francisco de Vitoria ha visibilizado violaciones por parte del Estado, impulsando iniciativas y reformas de ley, pero, sin lugar a dudas, lo que ha destacado es el apoyo que directamente ha brindado a víctimas de tortura y desaparición forzada, como se atestiguó durante el reconocimiento. Personalmente me llamó la atención saber que don Miguel había sido ordenado por don Sergio Méndez Arceo, con lo que ahora entiendo muchas cosas de su legado. En el evento vimos a don Raúl Vera, quien nos hizo recordar la importancia de la opción preferencial por los pobres. En fin, se dejó venir toda la banda derechohumanera.

Tres acontecimientos  que deberán impactar y marcar la tónica de cómo se deben vivir, acceder y  garantizar los derechos humanos, tanto en  lo local, lo nacional y lo internacional. Y ya veremos qué más se da, de aquí al 10 de diciembre, cuando estaremos conmemorando los 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Por cierto: Si ven a  Roger Waters, nomás plis díganle que, por acá, no nos gusta que presente la imagen que muestra al cerdo antisemita.