Tan lejos, tan cerca

Tan lejos, tan cerca
Por:
  • marcoantonioa-columnista

Los últimos dos domingos tuvieron lugar acontecimientos políticos relevantes en Europa: elecciones en Alemania y referéndum en Cataluña.

Los resultados en Alemania representan el retorno, de golpe y porrazo, de la ultraderecha después de la derrota nazi de 1945. Una agrupación política nacionalista y xenófoba, constituye ahora la tercera fuerza política en el Bundestag; los votantes de AfD (Alternativa para Alemania) respaldan un agresivo discurso revanchista y euroescéptico.

Por otra parte, no habrá manera cierta de conocer los resultados del referéndum catalán realizado al margen de la ley española, con su cauda de violencia. Los independentistas proclamaron desde la tarde del domingo el triunfo de la voluntad separatista del pueblo catalán. Se viven y vivirán días de gran zozobra e incertidumbre políticas mientras se profundiza la brecha entre los gobiernos de España y Cataluña.

El primer caso, el del ascenso de AfD, ha tenido como un ingrediente fundamental el rechazo a los grandes flujos migratorios aceptados por el gobierno de Merkel, los cuales son presentados, a la manera de Trump, como la causa de todos los problemas sociales y económicos que confronta la sociedad alemana. En el segundo, el radicalismo y aventurerismo de la coalición de Junts pel Sí y Convergència Democràtica de Catalunya, tuvo como referentes añejos y profundos problemas de convivencia entre Cataluña y el resto de España. En esta coyuntura los promotores del separatismo no han estado solos, sino que han contado con la absoluta falta de voluntad para buscar soluciones por parte del gobierno encabezado por Mariano Rajoy.

El resultado en Alemania preocupa a Europa porque hará más difícil el desempeño de doña Merkel como cabeza visible de los complejos procesos unitarios, del brazo del joven Macron. El incierto desenlace catalán inquieta por el ejemplo que puede representar para otros sentimientos separatistas en varias naciones, Bélgica, Francia e Italia entre ellas. Ambos acontecimientos pueden dañar la estabilidad europea, incluida su vertiente económica.

¿Y a nosotros qué?

Como solemos únicamente tener ojos para ver hacia el norte, es muy posible que se ignore que el pasado viernes la Unión Europea (UE) y México cerraron en Bruselas cinco días de negociaciones con vistas a modernizar el Acuerdo Global suscrito el año 2000, que incluye un tratado de libre comercio.

La UE es nuestro tercer socio comercial; antes de ella están Estados Unidos y China. Somos el segundo destino de las exportaciones europeas, superados sólo por nuestro vecino del norte. Además, la inversión extranjera directa europea en México es también la segunda, encabezada por España y Alemania, en ese orden.

En el mundo globalizado de hoy sería de utilidad voltear la mirada hacia al otro lado del Atlántico, pues lo que ocurra allá tiene el potencial de afectarnos para bien o para mal. Aunque, para muchos quizá lo mejor sea seguir viviendo, como dijo la escritora estadounidense Carson Mc Cullers, “en la región sin tiempo de los sueños”.