Bejarano, el don Juan

Bejarano, el don Juan
Por:
  • larazon

Marrullero, transa, mal amigo y hasta sancho, René Bejarano se siente con derecho a meterse con las mujeres de sus amigos o empleados, pero se vuelve un demonio cuando alguien hace sufrir a las de casa.

A sus 25 años la carrera política de Nilo Rodríguez no podía ir mejor; no obstante su juventud, ya era presidente del comité del PRD en la

Cuauhtémoc, donde su cuñada, Dolores Padierna, dominaba el territorio.

Aspiraba a una diputación local, pero cometió un error garrafal: terminó con Ana María Padierna dos meses antes de la definición de las candidaturas y su estrella se apagó, al grado de que lo echaron de la corriente.

Un caso similar fue el de Alonso Rojas, director Jurídico y de Gobierno con Virginia Jaramillo y jefe de asesores de José Luis Muñoz, ex delegado en Cuauhtémoc y actual diputado local.

Hace unos años se casó con Vanessa, doméstica del matrimonio Bejarano-Padierna, y su carrera brilló; hoy está en la banca y con una demanda de divorcio que, cosa curiosa, no la mueve su esposa, sino los ex patrones de ella.

A pesar de haber sido jefe del actual delegado en Cuauhtémoc, Antonio Torres, está congelado y sin posibilidad de resurgir.

Pero eso no ha sido lo más sucio de Bejarano, pues quienes lo conocen bien afirman que acostumbra meterse con las mujeres a las que promueve, y a cuyos maridos les consigue hueso para que no digan nada.

Se dice que así pasó incluso con algunas diputadas, cuyos maridos aceptaron esa situación, aunque no todos han tolerado sus bajezas.

Un caso muy sonado fue el de Daniel Langrave, hombre de todas sus confianzas —al grado de estar con él casi todos los días en la cárcel—. René le pagó tratando de seducir a la madre de su hijo y Daniel lo paró en seco.

Dicen que faltó poco para que Bejarano perdiera los dientes y que hasta la fecha no se hablan.

Otro que puso en su lugar al pervertido profesor fue Alberto Dander, quien actualmente coordina la atención a adultos mayores en Miguel Hidalgo, y al que le quiso hacer lo mismo.

Con ellos se peleó a muerte e incluso hubo amenazas; los que no protestan tienen hueso y sus mujeres brillan.

 CENTAVITOS… Quien debe estar rezando a todos los santos es el senador verde Francisco Abundis, pues informes de la Sedena señalan a Javier Estrada, presidente del PVEM en Morelos y diputado local, como una de las últimas personas a las que Arturo Beltrán llamó cuando se desarrollaba el operativo de la Marina en el que finalmente murió. Las investigaciones están a todo lo que dan, y como todo mundo sabe que quien vendió la franquicia verde a Estrada en el estado fue Abundis… Luego de concretarse la renuncia de Jesús Campos a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, el que apunta para ocupar el lugar es el ex oficial mayor del GDF Ramón Montaño, recién despedido por Marcelo Ebrard.

jadrian02@yahoo.es

agp