Benito Juárez: desmemoria de primavera

Benito Juárez: desmemoria de primavera
Por:
  • claudia_guillen

La llegada de la primavera se relaciona con innumerables sucesos que, para la inmensa mayoría, son muy gratos. Se trata, pues, de una estación del año en la que todo florece y el sol ilumina el día a día de cada quien. Inicia una nueva época en donde las imágenes visuales sumadas con los sonidos de la naturaleza llevan a cabo una suerte de festejo en el que todos queremos participar.

Cronológicamente recurrimos a esta estación para aludir a los primeros años de un ser humano. De esta manera, quien se encuentra en la primavera de su vida se descubre gozando del primer ciclo de su vida en donde puede florecer al igual que las jacarandas que adornan las calles de esta ciudad.

Cada año, en días próximos al 21 de marzo, podemos observar desfiles de niños que van por las calles vestidos de magos, reyes y princesas, y en su vehículo llevan como adornos diferentes motivos coloridos que ilustran a ésta estación del año.

No sé a ustedes, pero de las demás estaciones: verano, otoño o invierno, no tengo muy claro el día que entran ni tengo registro de que por lo menos, en todo México, se ovacione su llegada. A diferencia de la primavera en la que se hace un gran alboroto por su llegada, semejante al nacimiento de un niño.

Sin embargo, con el paso de los años y sin ningún menosprecio a esta estación tan simbólica para muchos, me doy cuenta que justo ese día, el 21 de marzo, pero de 1806, es la fecha en la que nace uno de los más importantes personajes en la historia de México. Me refiero a Benito Pablo Juárez García, quien muere siendo presidente el 18 de julio de 1872.

Benito Juárez ha sido, sin duda, uno de los protagonistas más legendarios para la conformación de nuestra patria. Sobre él se ha ceñido un peso de valores casi intocables que lo hacen la figura moral que representa todos los paradigmas del “sueño mexicano”.

Sí, cuando somos niños se nos dice que Juárez fue un gran presidente que tuvo que derrocar al emperador Maximiliano y que fue el gestor de las Leyes de Reforma en donde, por ejemplo, se instaura el registro civil en nuestro país y así éste y sus ciudadanos cuentan con figuras jurídicas que, en su conjunto, apuntalan la identidad nacional.

Él mismo representa a la cultura del esfuerzo, pues, al menos en mis años de primaria, fue un pastorcito oaxaqueño que no hablaba español y que a base de esfuerzo y tenacidad logra llegar a la presidencia de un país convulsionado por su propia memoria, ya que es hasta la época que este gran jurista se plantea la estructura social de una nación independiente de cualquier colonia.

Incluso es el propio Juárez, junto al deslumbrante gabinete que lo rodeaba, es quien modifica la relación Iglesia-Estado. Me explico: Sabemos que, todavía, en el siglo XIX el poder de la iglesia era un poder real. Y no me refiero a la fe sino a la estructura católica que tenía inmuebles y podía “opinar” sobre cualquier proceso social que se diera en el país. El presidente Juárez les quitó esa potestad y se introduce el laicismo como parte de la ordenación política. La consecuencia fue clara. La ruptura Iglesia-Estado y Benito Juárez como el líder de ésta.

El triunfo del partido liberal, al que pertenecía el Benemérito, dio pie a que se fuera construyendo esta nación bajo las premisas de quienes pertenecían a este partido. Dejando a un lado, como si fuera una tabla rasa, la política que proponía el partido Conservador.

Quizá ésa es una de las razones por las que fueron poco conocidas las complejidades del presidente Juárez quien se mantuvo como tal hasta el día de su muerte. Pocos sabemos que ostentó el cargo, como primer mandatario, durante 13 años y que en la última elección fue acusado de fraude. Es decir, la figura que se creó alrededor de este hombre también está cargada por sus enormes contrastes que han sido poco vistos. No sólo fue “el indígena analfabeto que se hizo presidente”, sino de la misma manera era un hombre apegado a su propia voluntad y no estaba dispuesto pasar la estafeta como presidente a otro que no fuera él.

No me cabe la menor duda que los aciertos de Benito Juárez fueron mucho mayores que sus desaciertos. No obstante, creo que es un personaje del que muchos sabemos poco y que sería importante acercarnos a su biografía, ya desde la distancia, para ver cómo él no dejó de ser un hombre repleto de contradicciones y arropado por sus complejos raciales. Y entonces, sí, encontrar una figura humana quien fuera el líder de la República Mexicana dado que los personajes de contrastes suelen ser los más ricos, por lo menos para quien esto escribe.

Si bien es cierto que la primavera ha llegado, también, es cierto que para la estructura eclesiástica Benito Juárez fue el representante del mismísimo diablo. Por ello, en muchas escuelas no se explica que hay que festejar la llegada la primera estación del año, quien quiera hacerlo, pero que el motivo de que se celebre ese día, como un día de asueto, no se debe al cambio de estación sino a la conmemoración del natalicio de Benito Juárez: el gran protagonista de nuestra historia quien es festinado con flores, año con año, con la llegada de la primavera.

Nos vemos el otro sábado, si ustedes gustan.

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