Chávez: ¿ángel o demonio?

Chávez: ¿ángel o demonio?
Por:
  • larazon

Emilio Sánchez Santiago

El Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, provoca admiración o repulsión. Esta bipolaridad no es gratuita; obedece al radicalismo que el Presidente maneja en sus discursos. Él ataca por ejemplo, a la burguesía local que se opone a la implantación del socialismo, y que obstaculiza los programas sociales del gobierno bolivariano. Presumiblemente, esa burguesía está conformada por los empresarios y la clase media que trabaja en el sector privado. No es sorprendente entonces, que una parte de esa burguesía se sienta amenazada.

Pese a los problemas de salud que Chávez ha tenido, continúa su campaña como candidato a la reelección presidencial. Las encuestas lo siguen poniendo como favorito, con un cómodo margen sobre su rival, Henrique Capriles Radonski. El vigor físico que ha demostrado en el último mes, en sus actos de campaña, reta los augurios negativos de gente que desea que se termine su gobierno socialista.

El discurso de Chávez sigue siendo anti-norteamericano. Sin embargo, las relaciones económicas entre ambos países prosiguen su curso histórico en buena medida. Gran parte del petróleo venezolano se vende en Estados Unidos; el gobierno venezolano, a través de su empresa paraestatal “PDVSA”, es dueño, entre otras cosas, de la firma CITGO, la cual posee y opera una importante refinería ubicada en territorio norteamericano.

A diferencia de la revolución cubana, la revolución bolivariana de Chávez, es muy rica, es decir, cuenta con enormes recursos derivados de la exportación de crudo venezolano. Este año Venezuela espera obtener $95,000 millones de dólares, por su petróleo. Con esta “caja”, el gobierno chavista tiene muchas municiones, y una influencia creciente en el Cono Sur.

El aislamiento político que ha sufrido “de facto” Venezuela, por las andanzas de su líder máximo, ha empujado a su gobierno a estrechar relaciones con Rusia, China, Irán y Siria, entre otros. Hoy en día es fácil apreciar en Caracas, obras públicas en proceso, que están siendo construidas con la ayuda y participación de algunos de estos países.

La tabla adjunta muestra el desempeño de la economía venezolana bajo el gobierno chavista. El crecimiento de la economía no ha sido malo, con excepción de 2009 y 2010, años en los que la economía mundial se fue a pique por culpa de la banca norteamericana y europea. Pese a esos retrocesos, Venezuela se ha recuperado, y este año espera crecer en 4.7% real, cifra superior a la que mostrará España, Italia, Estados Unidos, Francia y la propia Alemania.

Lo anterior no significa que Venezuela esté en un lecho de rosas. Hay muchos problemas económicos en el país, tales como una muy alta inflación, un sistema cambiario rígido, subsidios insostenibles al consumo, y cuellos de botella causados por escasez de insumos industriales.

Lo que es innegable es que Chávez representa un verdadero fenómeno histórico en Latinoamérica; él es un socialista convencido, que ha llegado al poder a través de elecciones; la competencia actual por la presidencia, es la treceava campaña en la que participa Chávez, y todo parece indicar que va a ganar, otra vez.

El cambio de gobierno en México, el 1º de diciembre de este año, ofrece a México la oportunidad de revisar su política hacia Venezuela. Ojalá que esa oportunidad no se pierda, como la perdieron los gobiernos panistas.

emsanchez@prodigy.net.mx