Chuck Close: un cerebro diferente

Chuck Close: un cerebro diferente
Por:
  • yolanda_pica

Monroe, Washington, 1950, Chuck tiene serios problemas escolares pues no puede diferenciar los números, le diagnostican dislexia severa, lo que actualmente se conoce como “Trastorno Específico del Desarrollo”, que es una dificultad para aprender y puede ser para las palabras (no pueden diferenciar las letras y no logran leer) o para los números (no comprenden su sentido y no pueden hacer cálculos.

Sus padres que son artistas plásticos le restan importancia y lo enseñan a pintar apoyándolo emocionalmente. El niño quiere pintar rostros y es así como descubren que es incapaz de diferenciar las caras, incluyendo la suya, no la distingue en un espejo. El neurólogo diagnostica: “prosopagnosia”, que es una lesión que provoca “ceguera facial” en donde el afectado ve y reconoce las distintas partes de la cara pero no puede recordar su ubicación ni identificar de quién es.

Eric R. Kandel, importante neurocientífico explica: “existe un daño en la parte inferior medial del lóbulo temporal”. Esta condición fue descubierta en 1949 por el neurólogo Joachim Bodamer. Curiosamente hasta el 10% de la población general tiene un grado ligero de ceguera facial, Darwin enfatizó que el reconocimiento facial es fundamental para distinguirnos de otras especies por poder llevar a cabo desarrollo social a partir de reconocer las expresiones faciales.

La abuela de Close también tenía la enfermedad, ella la enfrentaba tejiendo a ganchillo y haciendo figuras básicas (cuadrados, rombos, estrellas) que le enseñaba a su nieto y que tal vez fueron su inspiración para la original técnica que desarrolló.

A los 14 años Close conoció el trabajo de Pollock y decidió ser pintor. Siguió su camino y se graduó con el título de máster en Bellas Artes en la Universidad de Yale, ganó la beca Fullbright por la que tuvo una estancia en Viena, a su regreso se estableció como profesor de la Universidad de Massachusetts en Boston.

Es una paradoja que decidiera ser retratista cuando no puede distinguir los rasgos faciales, su técnica es: basado en una enorme fotografía, pone una malla encima y sobre el lienzo copia celda por celda, sus herramientas: pulverizador, retazos de tela, cuchillas, goma de borrar montada sobre una máquina taladradora. Su primera obra importante fue su Gran Autorretrato de 2.73 por 2.12 metros, realizado en cuatro meses en 1968.

En su conferencia “Mi vida como clínica neurológica rodante” explicó que divide cada cuadro en miles de celdillas a las que da un mínimo de tres pinceladas. El paralelismo con los píxeles es evidente dado que un píxel (Picture x ELement) es la unidad básica de una imagen digital. Uno de sus muchos méritos es que inventó estas celdillas antes de que los píxeles existieran. Ni siquiera Close sabe por qué divide sus cuadros con esa técnica, pero piensa que lo aprendió de cómo tejía su abuela.

Tiempo después agregó color, cuya pericia recuerda al impresionismo de Dalí.

A los 48 años, cuando ya había superado su enfermedad, sufrió el colapso de la arteria espinal y quedó tetrapléjico. Su ánimo de lucha persistió, siguió pintando con un pincel entre los dientes, recuperó el movimiento de brazo y pierna y actualmente pinta con una brocha atada a su mano.

Hoy sus cuadros son muy cotizados, valen miles de dólares. En 2000 Bill Clinton le entregó la Medalla Nacional de las Artes. En 2010 Barack Obama lo invitó a formar parte del “Comité Presidencial de las Artes y las Humanidades”.

Close desde pequeño aprendió a lidiar con sus discapacidades, la actitud de sus padres de apoyarlo para desarrollar sus áreas de fortaleza fueron fundamentales para su forma de enfrentar la vida, las zonas cerebrales que tiene afectadas no se relacionan con cambios en el estado de ánimo pero es su actitud ante la enfermedad y su forma de enfrentamiento y lucha lo que lo hace un ser excepcional.

En su reciente conferencia en la Universidad de Nueva York explica las tres competencias que deberían enseñarle a todos los estudiantes: 1ª. Saber encontrar en que área serán capaces de tener éxito, 2ª. adquirir sólidos hábitos de trabajo, sin los que es imposible terminar una tarea importante y 3ª. tener una “piel gruesa” para aceptar las críticas más duras y defender las propias convicciones.

Actualmente tiene 77 años, vive en Bridgehampton, Nueva York, está casado y sigue produciendo, podemos disfrutar su obra en museos como el MoMA y el Centro Pompidou, su estilo se clasifica como “Expresionismo Abstracto”.

En sus palabras: “Nada de lo que se aprende en la universidad servirá nunca a nadie para nada”.