Consultando las cartas

Consultando las cartas
Por:
  • larazon

Carmen Amescua

¿Y si vamos con la bruja a que nos lea las cartas?—me dijo Lorena por quinta vez—. Cuando nuestras circunstancias presentes no son lo que queremos, es difícil entender cómo llegamos hasta ahí. Y mucho más complicado saber por qué no conseguimos llegar al punto deseado. Aceptar que uno se lo ganó a pulso es una negociación de vida con nuestro ego.

La realidad es que uno tiene lo que tiene y es lo que es como resultado de una serie de pensamientos (creencias), emociones (que nos llevan a tomar decisiones) y acciones que surgen a partir de esta cadenita. Consultar las cartas no funciona, pero trazar una línea del tiempo donde contemplar gráficamente las pequeñas o grandes barbaridades que hemos repetido una y otra vez, sí.

Les comparto el ejercicio. Pongo un ejemplo que pueden aplicar en cualquier área de su vida (donde no estén felices con los resultados actuales).

Traza una línea en el piso de dos metros, puede ser imaginaria. Divídela en tres. El inicio es el pasado, el centro el presente y al final de la línea el futuro. Lo ideal es que abarque diez años en total. Cinco hacia atrás y cinco adelante.

Párate en medio (en tu presente) y analiza cómo estás. Después voltea hacia atrás recorriendo mentalmente los últimos cinco años de tu vida. Apunta en un papel los planes que tenías entonces. Por ejemplo: Escalar el Himalaya. Aquí viene la clave de por qué pudiste desviarte. ¿Qué creencia tenías acerca de escalarlo? ¿Que era muy competido? ¿Misión imposible? ¿Estabas loco de pensarlo? La mayoría de las veces junto con el objetivo de hacer algo vienen incrustadas las dudas. Si no las descubrimos a tiempo nos llevarán por otro camino. Luego viene lo que sentiste (emociones) a partir de las dudas:

inseguridad, resignación, miedo al fracaso, etc. De tus emociones surgen las acciones “misteriosamente” contrarias a las que deberíamos tomar. Por ejemplo, no entrenar, engordar, buscar excusas etc. Así es como puedes acabar en el Nevado de Toluca y no en el Himalaya.

Después de viajar al pasado regresa al centro de la línea (presente) y ahora caminas hacia el futuro. Visualiza lo que quieres y también los cambios que necesitas hacer en ti para lograrlo. Desactiva las dudas. Haz lo mismo: qué quieres, qué piensas (creencias) acerca de eso que deseas, qué sientes y luego qué acciones necesitas tomar.

Para cumplir grandes o pequeñas metas el proceso es el mismo. Por último recorre la línea del tiempo de presente a futuro repasando mentalmente los pasos y cambios que necesitas dar. Cuando llegues a tu destino deseado, voltea hacia el presente y verás con claridad cómo y por dónde debiste transitar. Tanto el Nevado de Toluca como el Himalaya son montañas, pero tú eliges con tus creencias, emociones y acciones cuál prefieres escalar. Las cartas no predicen el futuro, la mejor manera de predecirlo es creándolo nosotros mismos.

camescua7@hotmail.com

Twitter: @Carmen_Amescua