Continuidad de negocio, un riesgo que se debe administrar

Continuidad de negocio, un riesgo que se debe administrar
Por:
  • larazon

Razones Financieras

Por Javier Hernández Vargas

Con base en la publicación SIGMA - Natural catastrophes and man-made disasters 2013, se registraron el año pasado 308 eventos considerados como “desastre” de los cuales 150 fueron catástrofes naturales y 158 fueron causados por el hombre.

En estos eventos al menos 26,000 personas perdieron la vida o quedaron desaparecidas y las pérdidas económicas generadas fueron alrededor de 140 billones de dólares.

Conocer estas cifras debe llevarnos a la reflexión, tanto personal como profesional, si nuestras familias, fuentes de trabajo y nosotros mismos, estamos preparados para enfrentar un “desastre”, ya sea causado por la naturaleza o realizado por el hombre. Nadie desearía estar en una situación de estas, pero la probabilidad de estarlo es cada día más alta debido al crecimiento de la población y de la urbanización, así como al cambio climático que se está viviendo en el mundo y a la alta dependencia tecnológica que tienen las organizaciones.

Aunque durante 2013 se incrementó la preparación para afrontar situaciones de emergencia y la Administración de Riesgos de desastre ha sido más relevante, todavía faltan cosas por hacer. A continuación enunciamos algunas recomendaciones, cuya implementación permite a las empresas prepararse para afrontar una situación de “desastre”:

Identificar cuáles son los riesgos físicos, tecnológicos, naturales, etc. a los que está expuesta la operación de su empresa, tanto en el ámbito interno como externo.

Reconocer los impactos cuantitativos (pérdida de venta, multas, gastos, etc.) y cualitativos (reputación, servicio al cliente, etc.) que pueden afectar su negocio en caso de que alguno de los riesgos identificados pudiera presentarse e impactar su operación.

Definir estrategias que permitan responder de mejor manera ante la presencia de esos riesgos e impactos que pueden afectar su día a día de manera inesperada.

Documentar lo que debe hacerse para que las estrategias seleccionadas funcionen, aunque habrá algunas cosas que de manera automática se pudieran ejecutar, otras más requerirán de la intervención del ser humano, así que es necesario tener por escrito las actividades que deben llevar a cabo las personas que estén en ese momento en el lugar, para poder asegurar que la interrupción y/o daño que tenga su operación sea el menor.

Realizar pruebas. Es indispensable para que aquello que identificó, reconoció, documentó y en lo que invirtió funcione de manera adecuada.

Todas las personas desearían nunca pasar por una situación de “desastre”, pero la situación actual genera que la probabilidad sea mayor, así que es mejor estar preparado para afrontarlo y salir adelante reduciendo los impactos y el tiempo de recuperación, colocando así a su empresa en una posición de ventaja competitiva, comparada con aquellos que no se prepararon.

jhernandez@concrimexico.mx