Derechos humanos

Derechos humanos
Por:
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David López Cárdenas

Durante décadas la protección de los derechos humanos sólo fue una simple muletilla inserta en los discursos, bajo la cual se escondía la indiferencia de gobiernos y particulares para salvaguardar la dignidad de los individuos.

El empecinamiento por aparentar un hipotético Estado de Derecho fundado en la defensa de las libertades humanas trajo como consecuencia una violación sistemática de derechos que trascendió la esfera del poder público para anidarse también en la sociedad civil.

Irónicamente, cuando el 9 de junio de 2011 Felipe Calderón anunciaba la reforma constitucional en materia de derechos humanos como uno de los esfuerzos más relevantes para la protección efectiva de los derechos fundamentales, era cuando se vivía una de las más penosas facetas de nuestra historia en este rubro.

Las desapariciones forzadas, la tortura, la persecución y la represión fueron constantes durante el sexenio de Calderón, quien utilizó los elementos castrenses como agentes ejecutores de su mal concebida política, logrando el desprestigio de las instituciones encargadas de la seguridad nacional.

Sin embargo es alentador que, según la CNDH, las quejas vinculadas a la Sedena muestren un sustancial descenso que va de 1,503 quejas durante el año 2012 a 811 en 2013.

Los derechos humanos tienen que ser atendidos desde una óptica integral, y no a través de parches constitucionales que carezcan de mecanismos eficaces para su implementación, como quedó demostrado con la reforma de 2011.

En este sentido, el Programa Nacional de Derechos Humanos 2014-2018, presentado esta semana por el Presidente Enrique Peña, representa un significativo avance en la promoción, protección y restitución de las libertades humanas al considerarlas punto toral en la integración del Estado mexicano.

Mediante una perspectiva transversal, basada en la protección difusa de los derechos humanos, este programa viene a dar sustancia a una reforma constitucional cuya eficacia era limitada por carecer de instrumentos para su aplicación.

Concebir los derechos humanos como una política nacional, y no como una acción positiva, es un acierto si tomamos en consideración que el reconocimiento y el respeto de las prerrogativas inherentes al ser humano no son una dádiva del gobierno, sino el mínimo requerimiento para consolidar un Estado democrático.

 Punto final... En marzo de 2009 el entonces titular de la SCT, Luis Téllez, se vio forzado a presentar su renuncia al conocerse comprometedoras conversaciones telefónicas que filtró Purificación Carpinteyro.

Esta semana se hizo pública una conversación telefónica de la diputada Carpinteyro, en la cual deja constancia de que se favorece de su cargo como legisladora para hacer negocios, lo que representa un claro conflicto de intereses. Las consecuencias para la carrera política de la diputada perredista serán letales. No cabe duda: el que a hierro mata, a hierro muere.

davidlopezcardenas@gmail.com

Twitter: @DavidLpzC