El Buen Fin

CARTA DE PRESENTACIÓN.

El Buen Fin se acerca. Del viernes 16 al lunes 19 de noviembre muchos comercios estarán ofreciendo descuentos y facilidades de pago para un sinnúmero de artículos.

Esta iniciativa busca generar movimiento en el mercado de consumo y crédito interno. Los consumidores, mientras tanto, verán la manera de aprovechar estas fechas para comprar cosas que necesitan o desean. Otros tantos, adelantarán las compras de las fiestas decembrinas.

El año pasado, aún cuando no observé descuentos tan fenomenales y gente acampando afuera de las tiendas como sucede en el famoso Black Friday en los Estados Unidos, el éxito de El Buen Fin fue rotundo.

Bien recuerdo haber ido a un club de compras y ver como todo mundo cargaba una televisión en sus carritos (en algunos casos plataformas). Parecía que las regalaban. La verdad es que, independientemente de los descuentos y facilidades de pago, las cosas cuestan y tarde o temprano hay que pagarlas.

Las facilidades de pago no son otra cosa más que un crédito. Dividir el monto de una compra en cómodos pagos es una gran idea, ya que nos permite disfrutar un bien desde ahora y pagarlo a plazo; a veces perdemos de vista que 12 meses es un año; 18 meses es año y medio; y 24 meses es dos años en los que tendremos que pagar, mes a mes, una cuota para liquidar el bien que adquirimos. Una recomendación es revisar si el crédito es a meses sin intereses o si vamos a tener que pagar un sobreprecio por el financiamiento.

 Lo más importante que debemos hacer antes de realizar compras  a crédito es hacer  un presupuesto realista. De forma simplificada la fórmula sería:

Ingresos Totales (cuanto gano)-Egresos (gastos recurrentes y pagos de créditos)-una parte para el ahorro-otra parte para la  inversión. Esta operación da por resultado tu capacidad crediticia. Recordemos también que el crédito no es una extensión del salario sino una herramienta de pago. Una vez que tengamos esto claro hay que comparar productos y precios para elegir lo que más nos conviene y lo que vamos a poder pagar sin problemas.

Es importante ser cuidadosos porque si no medimos bien los recursos que podemos dedicar al pago de compras a crédito saturaremos nuestra capacidad de pago. Es cierto que el crédito funciona como un acelerador que nos permite comenzar a aprovechar desde ahora bienes que, de otra forma, solo podríamos comenzar a disfrutar hasta que lográramos acumular la cantidad suficiente para adquirirlos. Pero si pisamos el acelerador mas allá de lo que podemos manejar,  es decir, si adquirimos  demasiadas deudas nos ponemos en riesgo de tener retrasos de pagos que afecten nuestro historial crediticio y limiten nuestras oportunidades de obtener nuevos financiamientos en el futuro.

Cuidar nuestras finanzas personales y ser responsable en el pago de nuestros instrumentos crediticios nos ayudará a vivir tranquilos y a mantener un historial crediticio sano. Recordemos que el historial es nuestro currículo y carta de presentación ante el mundo de crédito.

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