El crédito hipotecario

CARTA DE PRESENTACIÓN.

¿Existe algo así como “un crédito como inversión”? Tal vez parecen conceptos diferentes e incompatibles. La verdad es que hay créditos que pueden llegar a ser mecanismos muy interesantes para generar una ganancia.

Un ejemplo es el crédito hipotecario. La gran oferta y demanda que existe en el país ha generado mucha competencia entre los diferentes otorgantes de crédito. El resultado ha sido una disminución de tasas y la incorporación de beneficios adicionales como, por ejemplo, los pagos fijos durante toda la vida del crédito y los seguros de desempleo.

Es así como muchas familias han tenido la oportunidad de hacerse de su propio hogar. Más allá de tener un techo sobre la cabeza, un bien inmueble puede ser visto como una inversión.

Como con toda inversión, existen riesgos, pero también la oportunidad de rentabilidad. En el caso del crédito hipotecario, la rentabilidad dependerá del precio que hayamos pagado por la propiedad, la apreciación de la zona y de la condición del inmueble, versus el costo del crédito. A esto se le suman otros factores como la oferta y la demanda.

Los expertos coinciden en que los tres factores más importantes a considerar cuando se compra un inmueble son: ubicación, ubicación y ubicación. No es lo mismo comprar en una zona donde haya señales de desarrollo y futuro, a comprar una propiedad en un lugar abandonado y decadente.

Otras cosas que son deseables incluyen: que los materiales de construcción y acabados sean de buena calidad; que exista estacionamiento propio y de fácil acceso; buena altura de techos; buena iluminación; que existan vías de comunicación e infraestructura adecuadas; que haya condiciones de seguridad; que el tamaño de las habitaciones sea bueno; que los ruidos de afuera no impacten en la calidad de vida; y finalmente, que todos los papeles de la propiedad estén completos y en regla.

 Comprar una propiedad en pre-venta ofrece la idea de un interesante ahorro y, por ende, una utilidad potencial mayor. Antes de comprometerte considera que es difícil conseguir financiamiento para algo que todavía no está construido y que no hay forma de saber si realmente la construcción se va a terminar en tiempo y forma.

Considerar una propiedad usada no es mala idea; hay buenas oportunidades en el mercado. Una ventaja de las casas usadas es que pueden llegar a incluir muebles y otras cosas interesantes dentro del precio de venta. Otra, que los vicios ocultos normalmente ya fueron atendidos. Obviamente, las propiedades de segunda mano pueden llegar a necesitar mantenimiento adicional, pero no por eso es conveniente descartarlas. A veces, un poco de pintura hace milagros.

Cualquiera que sea tu elección no olvides realizar primero un presupuesto. Consulta tu historial en Buró de Crédito para conocer el estado de tus demás compromisos financieros e infórmate sobre la gran variedad de hipotecas que existen.

¿Y si ya tienes una casa y buscas venderla? ¿Qué puedes hacer para obtener más por ella? Puedes considerar realizar la venta de forma directa, así te ahorrarás la comisión de un corredor hipotecario. Arregla lo que sea necesario; mantén en buen estado el jardín; deshazte de olores incómodos; y ten siempre la propiedad limpia y ordenada.

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