El deporte tiene sitios para la inmortalidad

El deporte tiene sitios para la inmortalidad
Por:
  • Amador

Eran las seis de la mañana, en la estación de la autoridad portuaria de la calle 42. Hice prácticamente cinco horas de viaje en autobús de Manhattan a un histórico pueblito llamado Cooperstown, en el Estado de Nueva York, un trayecto entre montañas, subidas y bajadas, fríos, bosques espesos, riachuelos, pero solo un objetivo en la mente en ese momento conocer el mítico edificio que alberga a los más grandes de la pelota: el Salón de la Fama del beisbol.

Desde que acudimos a la escuela siendo niños aprendemos que existe la historia, el pasado de aquellos seres humanos que han dejado un legado, una contribución trascendental, obviamente conociendo de todos ellos en libros, la internet, historias de los abuelos, en la televisión, organismos, revistas, museos, y bibliotecas en cualquier parte del mundo, pero bueno, para el deporte esto no es la excepción, es por ello, que atletas de casi todos los deportes que logran trascender con récords, numeralia o hazañas increíbles se ganan un sitio en la inmortalidad.

Algo muy cercano para mí ha sido el béisbol del cual tengo el gusto de conocer tanto el Salón de la Fama de Grandes Ligas ubicado en Cooperstown, Nueva York; como el del béisbol mexicano que hasta hace unos años se encontraba dentro de las instalaciones de la Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma en Monterrey, mismo que lleva varios años sin funcionar, ya que ahora se está terminando el nuevo recinto en las inmediaciones del parque Fundidora de la misma ciudad regia con apoyo netamente del dueño de los Diablos Rojos del México, Alfredo Harp Helú.

Igualmente en la ciudad de Pachuca no hace muchos años y a iniciativa del periodista deportivo Antonio Moreno, teniendo el aval de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), con el apoyo del Club Pachuca se creó el Salón de la Fama del Futbol, mismo que se ha caracterizado por tener entronizaciones llenas de glamour, contando en cada una de ellas con la presencia física con astros del balompié internacional y nacional.

Así como existen estos recintos especiales para honrar a las glorias de cada uno de los deportes, también hay organizaciones deportivas que tienen sitios especiales para sus deportistas históricos, y quizás el más famoso de todos es el que existe en el Bronx, en la casa delos Yanquis, donde atrás del jardín central está el parque de los monumentos, donde aparecen los bustos tallados de sus figuras a lo largo de los años, destacando gente como el “Bambino” George Herman Ruth, Joe Di Maggio, Lou Gherigh, hasta los más recientes como el panameño Mariano Rivera, o el gran capitán Dereck Jeter.

En el estadio Beto Ávila de Cancún con los Tigres de Quintana Roo, durante el tiempo que fungí como vicepresidente del club, convencí a Don Cuauhtémoc Rodríguez Meza, quien por cierto es miembro del Salón de la Fama del béisbol mexicano de rendir un homenaje a los grandes bengalíes de todos los tiempos, retirando sus números mismos que fueron colocados en la barda del prado central.

Ahí aparece el número uno del Tigre Mayor, Don Alejo Peralta y Díaz Ceballos, así como el 2 de Jesús “Chito” Ríos, el 12 de Santos Hernández, el 23 de Pepillo Rodríguez, el 24 del “Coyote” Matías Carrillo, además del 35 del legendario bat boy José Luis “Pájaro” Ibarra, sin dejar de lado el 21 de Héctor Espino retirado en toda la pelota azteca y el 42 de Jackie Robinson que nadie puede usar en el béisbol profesional afiliado a la National Association.

Otro Salón de la Fama muy conocido es el que se encuentra en Canton, Ohio; donde se encuentran las grandes figuras del Futbol Americano de la NFL. Además también otro muy interesante es el del boxeo en Canasota, Nueva York.

Cabe señalar que para ser inmortal en la mayoría de los casos antes mencionados, se tiene que cumplir con un cierto número de años tras el retiro como deportistas activos, para después aparecer en boletas de elección, que son analizadas en la mayoría de los casos por periodistas especializados en cada una delas disciplinas, y en el caso de MLB, después de los años de elegibles, hay una segunda oportunidad que le pertenece decidir al comité de veteranos.

Regresando al béisbol en México, el ingreso al recinto de los inmortales está abierto desde luego para peloteros, managers, directivos, cronistas e incluso bat boys, como el caso del siempre recordado Antonio “Abuelo” Mora toda una institución con los Diablos Rojos del México.

Es así como el deporte también tiene su gran historia, sin deja de lado que también hay Salón de la Fama delos deportes olímpicos, del boxeo, y cada disciplina en cada país tiene una manera peculiar de recordar a sus grandes glorias.

Lo que si le recomendaría es que si está cerca de un Salón de la Fama no dude en asistir y conocerlo, lo enriquecerá en sus conocimientos y más si es un apasionado del deporte.