El divorcio empobrece

El divorcio empobrece
Por:
  • bibiana_belsasso

El divorcio es una enorme fábrica de pobreza para las clases medias, según lo explica un estudio publicado por el diario español El País, con el título “Romper el vínculo familiar supone para las clases medias un viaje hacia el empobrecimiento”.

Según el artículo, el divorcio, además de ser un proceso muy doloroso en el tema emocional para los cónyuges y los hijos, daña mucho la economía familiar.

Y es verdad; una separación legal implica de entrada dividir todo lo que se tiene, pagar mudanzas, mantener dos casas, pagar abogados, más el tiempo que se tiene que invertir en el proceso en vez de trabajar.

Y como consecuencia de los divorcios, el nivel socioeconómico de las familias de clase media ha bajado de manera notable. El estudio asegura que el divorcio es una fábrica de pobreza, una máquina generadora de empobrecimiento. Cuando se rompe una familia de clase media, aparecen varias “agrupaciones” de clase empobrecida.

Dicen que el dinero no lo es todo, porque éste no garantiza la felicidad. El actor y humorista estadounidense Groucho Marx decía: “…hay tantas cosas en la vida más importantes que el dinero, ¡pero cuestan tanto!”.

En México en  los últimos años el número de divorcios ha aumentado en relación con los matrimonios. Entre los años 2000 y 2015 la cifra creció 136.4 por ciento; mientras que la de matrimonios se redujo en 21.4 por ciento.

En el 2015 se registraron 123 mil 883 divorcios, de los cuales 123 mil 786 fueron de parejas de diferente sexo; mientras que 97 casos fueron de parejas del mismo sexo.

Las principales causas de divorcio fueron por mutuo consentimiento (50.8%), voluntario unilateral (34.4%) y la separación por dos años o más, independientemente del motivo (8.7%).

Además del costo emocional, el económico es fuerte. Para que se dé una idea, la llamada “industria del divorcio” en Estados Unidos gestiona 50 mil millones de dólares y mueve 800 mil demandas cada año. Quien pasa por esa experiencia pierde, en promedio, el 77% de su patrimonio.

En España el costo del divorcio varía dependiendo si es de mutuo acuerdo o contencioso. En el primer caso puede ir de los 2 mil a los 4 mil euros, mientras que el segundo va de los 6 mil a los 16 mil euros.

En México un divorcio sencillo cuesta aproximadamente mil 20 pesos con todo y acta de divorcio original. Si el juicio presenta hijos y/o bienes y existe común acuerdo, entonces el costo será de entre 20 a 30 mil pesos por concepto de honorarios del abogado. Pero lo más costoso es lo que se desencadena con una separación.

Regularmente, repartir los inmuebles no representa tanto problema; sin embargo, la gran batalla se da en la pensión alimenticia o compensatoria. Es aquí donde, en muchos casos, el progenitor que no tiene la custodia se desentiende totalmente y paga lo menos posible.

“Aquí la lucha es a muerte”, opina la abogada experta en familia Carmen Marcos (entrevistada por el diario El País), quien reconoce que “se ocultan ingresos, se inventan deudas e incluso se declaran en insolvencia con tal de no pagar o pagar lo menos posible”.

Javier Orts, socio del bufete B. Cremades y Asociados (entrevistado por el diario El País), asegura que es precisamente en el tema de las pensiones en el que “la clase media y media alta es la que sale peor parada, tanto quien paga como quien recibe”.

Jay Zagorsky, investigador en la Universidad de Ohio, asegura que “el divorcio causa pérdidas económicas por tres circunstancias: se desbarata la habilidad de compartir costes fijos, el proceso en sí resulta caro y consume tiempo de trabajo. No puedes ganar dinero si estás sentado en la oficina del abogado”.

En México ha disminuido el número de matrimonios; los jóvenes prefieren vivir en unión libre. También convenios prenupciales, en los cuales especifican cómo sería un acuerdo económico en caso de divorcio, era impensable ahora estos contratos han aumentado notoriamente.

Ante estas alarmantes cifras que parecen estar tambaleando a la clase media, una opción puede ser tomar medidas para evitar estos “problemas”.

Expertos recomiendan que los novios se casen por bienes separados. Si es posible, que la pareja pruebe la unión libre al menos un año antes de contraer matrimonio y que establezca un contrato prenupcial, que estipule los deseos de cada cónyuge en caso de que la unión no funcione y decida separarse.

La familia, en vilo

Según cifras del Inegi, del 2000 a 2008 la cifra de divorcios en el país se ha disparado y equivale a un 136.4 por ciento. En promedio, por cada 100 matrimonios 35 parejas obtienen su separación (primera foto).

En México, 20.8 por ciento de las personas de 18 años y más considera que una de las tres principales causas que generan inseguridad en su vida es la desintegración de la familia; ante ello, “es importante fortalecerla en todos los ámbitos, porque de no hacerlo pagaremos las consecuencias”, aseguró la diputada María García Pérez (PAN) en marzo pasado en el foro Celebrando el Día de la Familia en México (segunda foto).

La legisladora sostuvo que diversos estudios señalan que una familia bien estructurada permite a sus miembros hacer frente a presiones, tanto en el hogar como en la sociedad; en cambio, su desintegración lleva a enfrentar diversas situaciones con mayor dificultad, en particular cuando hay crisis.

Ante líderes profamilia y provida, hizo énfasis en  que la familia es el cauce principal de la solidaridad, es el espacio primario de la responsabilidad social; a ella compete comunicar y desarrollar los valores morales e intelectuales necesarios para la formación y perfeccionamiento de la persona y de la sociedad.

Es la familia, recalcó, la que tiene preminencia natural sobre las demás formas sociales, incluso sobre el Estado, cuya función esencial es hacer posible y facilitar el cumplimiento de su misión, dentro de un orden social, económico y político de bienestar.