El ejemplo de Yamaha

El ejemplo de Yamaha
Por:
  • larazon

Francisco Calleja

Pasan en televisión un documental muy recomendable sobre el desarrollo de la empresa Yamaha. Agregando algunas cifras provenientes de los estados financieros, puede tenerse una imagen interesante de esta organización.

En 1887 Torakusu Yamaha, que era un modesto reparador de órganos y pianos en Japón, construyó un primer órgano y decidió dedicarse ya no a reparar sino a producir instrumentos musicales. Para 1900 fabricó sus primeros pianos que vendió localmente y después exportó a Europa.

En la Segunda Guerra Mundial la empresa decidió hacer algo por su país, obtuvieron una motocicleta alemana y, mejorando el modelo original, fabricaron motocicletas. Es obvio decir que las vendieron bien y tiempo después exportaron, en los años sesenta era la motocicleta extranjera más vendida en Estados Unidos, y varios campeones mundiales han manejado motocicletas Yamaha.

En 1954 tomaron dos decisiones importantes, la primera crear una escuela de música y la segunda comenzar a producir aparatos eléctricos.

En 1955 la división motocicletas era ya tan importante, que fue necesario separarla como una empresa diferente: Yamaha Motors.

Por supuesto, dentro de su propia área la empresa se diversificó y trabajó en nuevos campos, en 1961 comenzó a producir equipo deportivo, en 1965 instrumentos de aliento y en 1971 semiconductores.

Para 2011 Yamaha Corporation vende 4,496 millones de dólares y tiene una utilidad neta de 61 millones de dólares, sus ventas están generadas un 33% por las escuelas de música, 23% por la venta de instrumentos musicales, 14% por la venta de pianos, 11% por la venta de instrumentos de aliento, 10% por equipos profesionales de audio y otros.

La gráfica muestra como sus ventas han disminuido y sus tres años anteriores han sido especialmente malos en los que incluso obtuvieron pérdidas, pero han mejorado en 2011 y sus estados financieros señalan orgullosamente que han bajado sus gastos operativos y se han vuelto más eficientes, de manera que a pesar de haber vendido menos que el año anterior, ganaron y no perdieron.

Es interesante que en 2010 las ventas de Yamaha Motors fueron de 15,891 millones de dólares con utilidad neta de 224 millones, es decir, este negocio aparecido cuarenta años después del original lo ha rebasado ampliamente.

Yamaha menciona en sus estados financieros, como parte de su filosofía básica el Kando, palabra japonesa para la estimulación intensa y profunda de satisfacción cuando se encuentra algo bello y de gran valor. Ellos la aplican en sus instrumentos musicales, obviamente, pero también en las motocicletas que fabrican. Además de ganar dinero, de crear valor, se aplican la regla de hacerlo produciendo cosas bellas.

John F. Kennedy dijo en 1961 que los estadounidenses debían poner un hombre en la Luna antes de diez años, no porque fuera fácil sino porque era difícil. En estos tiempos suena extraño intentar algo difícil, pero no para los dueños de Yamaha.

francisco.calleja52@gmail.com