Empresas en una situación delicada

Empresas en una situación delicada
Por:
  • larazon

Analizar hoy la situación financiera de las empresas mexicanas es observar la evolución de un enfermo de condición delicada. Las razones financieras, relaciones entre cifras de los estados financieros, muestran un cuadro que se aleja mucho del optimismo. ¿Cómo no aceptar que alguna debe desaparecer?

En México podemos disponer de manera accesible a todo mundo de las cifras de las empresas que cotizan en bolsa, las cuales son un poco más de cien. Mis alumnos de la materia de Análisis de la Información Financiera tomaron veinte de ellas y analizaron sus números, pensando en liquidez: ¿hay dinero para pagar las deudas?, eficiencia: ¿cuánto tardamos en cobrar a los clientes y qué tan rápido vendemos nuestra mercancía, comparado con cuánto tardamos en pagar a los proveedores? y rentabilidad: por cada peso invertido por los dueños ¿cuánta utilidad hay?

La liquidez de las empresas está por debajo de lo que la teoría señala como ideal y las cifras muestran una baja sensible entre 2007 y 2008. De veinte empresas revisadas sólo seis muestran cifras realmente sanas.

En quince de veinte casos, se tarda más en poder cobrar a sus clientes y vender sus mercancías que el tiempo requerido para pagar a sus proveedores. Si nos olvidamos de los tres supermercados que cotizan, hábiles maestros en el arte de operar con el dinero ajeno, el resto de las empresas sufre en este capítulo. Para colmo el número de días que tarda la cobranza más el número de días que se tardan en vender sus productos son mayores en 2008 que en 2007.

Las rentabilidades, comparación de la utilidad obtenida contra el capital invertido, está por debajo de lo que es atractivo a los inversionistas, sólo siete de las veinte están arriba de un quince por ciento y las cifras en promedio de las empresas analizadas han descendido más de seis puntos porcentuales entre 2008 y 2007.

Cada análisis nos arroja varias conclusiones: lo que ha afectado la crisis incluso a empresas de dimensiones gigantescas; la mayor o menor habilidad de sus directivos para capear el temporal, y debemos recordar que los financieros mexicanos son de los más hábiles en este tema, como producto de sus experiencias; pero también que no es momento para dudar y que las fuentes de trabajo sanas y productivas deben ser mantenidas a como dé lugar.

En vista de esto ¿a quién le parece mal que una empresa ineficiente y quebrada, como Luz y Fuerza del Centro sea cerrada?

fcalleja@itesm.mx

fdm