¿Es necesario que aumenten los impuestos?

Emilio Sánchez Santiago

Diversas organizaciones del sector privado mexicano se han pronunciado en contra de la reforma hacendaria, argumentan que causa daños diversos a determinadas ramas industriales o comerciales. Cada una de las organizaciones que dicen representar empresas o asociaciones empresariales ha ido presentando su versión de los presuntos efectos perniciosos de la reforma hacendaria propuesta.

Cada quien critica aquel impuesto que más le afecta en forma directa. Así las cosas, los embotelladores de refrescos critican el nuevo impuesto sobre esos productos, en tanto que las maquiladoras (para citar otro caso) afirman que los cambios impositivos propuestos las van a liquidar. Los representantes de la clase burguesa se pronuncian en contra del IVA sobre las rentas y las colegiaturas, y así progresivamente. Hasta ahora no se ha alzado voz alguna a favor de los cambios impositivos propuestos, a no ser por el propio gobierno federal.

Las críticas a la reforma hacendaria parecen basarse más en jugos gástricos que en un análisis objetivo y comparativo de la carga fiscal total que los mexicanos soportamos. Por ello me he permitido revisar y presentar a los lectores una tabla estadística proveniente del Fondo Monetario Internacional, que muestra la carga fiscal total de seis países latinoamericanos, incluyendo a México.

Como se puede comprobar, el ingreso total del gobierno federal mexicano (como % del PIB) es bastante más bajo que el que corresponde a Argentina y/o a Brasil. La diferencia entre ellos y nosotros no es pequeña y llega a exceder 10 puntos porcentuales del PIB en varios años.

La tabla también demuestra que el ingreso del gobierno federal de nuestro país fue el más bajo de este grupo de países en tres de los seis años bajo análisis: 2008, 2011 y 2012. Aun un país bastante más pequeño que el nuestro ,como lo es Chile, ha tenido un ingreso mayor que el de México en cuatro de los seis años estudiados.

Lo que esta tabla muestra objetivamente es que nuestro país recauda muy poco comparativamente hablando, y que tiene una estructura fiscal ineficiente, insuficiente e insatisfactoria.

Esta situación es la que ha llevado a los sucesivos gobiernos federales, tanto azules como tricolores, a descansar en los impuestos cobrados a Pemex, como sustituto de los que deberían imponer al público. A todas luces es más fácil cargarle la mano a Pemex que subir impuestos a la población en general.

La triste situación financiera y operativa de Pemex ha sido finalmente reconocida tanto por el gobierno federal como por los partidos políticos, y los ha forzado a buscar remedios o paliativos. El gobierno federal actual correctamente ha concluido que el alza de impuestos es indispensable, inevitable e inaplazable.

Lo que los mexicanos deberíamos estar discutiendo no es si los impuestos deben subir o no; por supuesto que deben subir, como lo pone de manifiesto la tabla que aquí se muestra. Lo que deberíamos cuestionarnos es qué va a hacer el gobierno con esos ingresos y cómo los va a gastar. Los mexicanos sabemos de sobra que tradicionalmente los gobiernos federales y los estatales han sido pésimos administradores de los ingresos recabados, y que han ocultado a la sociedad la aplicación y el uso de nuestro dinero. En eso debemos poner el énfasis, en lugar de debatir impuestos que a todas luces son necesarios.

emsanchez@prodigy.net.mx