Factores estratégicos que impulsan a las Pymes

Tips Empresariales

Por Luis López

Las pequeñas y medianas empresas (Pymes) se pueden identificar no sólo porque ya han adquirido un cierto tamaño o una presencia reconocida por los mercados, sino por haber alcanzado un grado de madurez importante que las dota de potencial para crecer y diversificarse.

Por ello, es indispensable que los emprendedores formulen las preguntas adecuadas para asegurarse del lugar que ocupan, las fortalezas que pueden aprovechar, además de los riesgos que pueden debilitarlas o desviarlas. Aunque no se trata de un cuestionario único, las empresas deben saber y, en su caso, procurar los recursos básicos en materia de creación de valor, planeación estratégica y financiera, gestión de los Recursos Humanos, tecnologías e información, análisis de riesgos, y Gobierno Corporativo.

Creación de valor. Cuando se habla de creación de valor es bueno saber con qué frecuencia se hace una revisión de los mercados, del potencial de ventas, de la posición entre los competidores; o bien, el análisis de costos, el seguimiento en las preferencias de los mercados, la calidad, entre otras. La creación de valor es un pilar de la competitividad, los directivos no pueden quitar el ojo de este asunto.

Estrategias. Hay que hacer preguntas sobre los objetivos, las metas y el destino de la compañía. Se debe saber si los líderes tienen una visión de al menos 3 o 5 años, o si sólo están reaccionando a corto plazo. Es lo que esperan los grandes clientes, los proveedores, las instituciones financieras que están interesadas en compartir el éxito.

Recursos humanos. Una empresa mediana es tan madura como sus procedimientos para reclutar, capacitar, gestionar y retener al talento. Debe comunicar claramente roles, responsabilidades, también es importante asegurarse de que los empleados la conozcan a fondo. Resulta relevante saber si existe un sistema de incentivos con metas razonables que sean atractivas para los trabajadores.

Tecnologías. Las tecnologías informáticas deben cubrir las áreas más relevantes, automatizar tareas que no agregan valor para acceder a un preciso control de las operaciones. Es cuando se puede dar seguimiento a temas de cartera, consumo, rotación de inventarios, Recursos Humanos, entre otros. En esta época, se han agregado diversos como el cómputo en la nube, la movilidad a través de teléfonos y/o tabletas, así como las redes sociales que permiten sondear el mercado.

Riesgos. El tema de riesgos externos es clave: hay devaluaciones y cambios en las tasas de interés, o bien, desastres naturales que pueden impactar un negocio; pero también hay los de tipo informático, huelgas, fraudes, interrupción de la cadena logística o cambios repentinos en las leyes o las normas ambientales. Todos estos riesgos deben ser valorados y gestionados.

Gobierno Corporativo. Es el espacio donde reside el conocimiento, la cultura organizacional, los valores éticos y la gestión de riesgos, es decir, los eventos internos o externos que pueden poner en peligro su competitividad, incluso su supervivencia. En la parte estructural, un Gobierno Corporativo maduro ya ha considerado un plan de sucesión establecido con un Consejo de Administración que incluye terceros independientes y tiene un código de ética.

Con esos recursos, las Pymes que se han vuelto maduras se diferencian de las empresas familiares que, aunque en mayor tamaño, parecen ir a la deriva. Con una posición fuerte y transparente, están listas para dar el salto a las grandes ligas, buscar financiamiento con la seguridad de encontrarlo en buenos términos, e incluso de emprender aventuras mayores como la expansión global, la salida a bolsa o la fusión con nuevos inversionistas, que le ayuden a agregar valor y a encontrar los nuevos caminos para el éxito de sus propietarios.

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