Francia: xenofobia o neoliberalismo

A unos días de la segunda vuelta en Francia, Marine Le Pen y el Frente Nacional (aunque ella reniegue de esta etiqueta) recortan distancias a Emmanuel Macron y el movimiento ¡En marcha! Los sondeos se han movido en una semana de 63% para Macron y 37% para Le Pen a un 59% para el centrista y un 41% para la ultraderechista. Números impresionantes, aunque aún suponen una ventaja cómoda para el joven candidato.

En esta contienda de dos finalistas resurgen con fuerza nombres de candidatos eliminados que pueden definir el rumbo de la elección. Por un lado, Fillon —el candidato que era favorito hasta que los escándalos acabaron con su carrera— y la derecha moderada no ha apoyado decididamente Macron frente a Le Pen y se estima que al menos un tercio de sus seguidores se decantarán por la candidata. Por el otro lado está el izquierdista Mélenchon, que subió como la espuma en la primera ronda aglutinando bajo su bandera populista a ciudadanos cansados tanto del capitalismo como de la ultraderecha reaccionaria. Mélenchon no ha llamado al voto por Macron y ha hablado en contra de ambos candidatos, por lo que se teme que gran parte de su base opte por abstenerse o por el voto en blanco, favoreciendo fácticamente a Le Pen al emparejar la contienda.

La estrategia que mantuvo a Le Pen padre y la Marine fuera del poder en anteriores ocasiones ha fracasado por la falta de unidad en los distintos frentes de oposición. Las marchas sindicales por el día del trabajo evidenciaron la división y la debilidad de su convocatoria. Aunque los distintos líderes han pedido no votar por Le Pen, no han pedido directamente el voto por Macron, lo que debilita el movimiento y alienta a la candidata a continuar con su mensaje destructivo en el que liga a Macron con el sistema bancario y con las decisiones tomadas desde Bruselas y Berlín.

Actualmente, el desgaste del sistema global, del Euro y del capitalismo neoliberal marcan un cambio de aires en la mente del ciudadano promedio.

Esta es la gran ventaja de Le Pen, no quiere decir que estos votantes buscando un cambio y atacando a los políticos de siempre la quieran, simplemente quiere decir que no quieren a Macron, lo que le abre una puerta a su fiel base electoral para dar el campanazo y alzarse con la victoria. El desaliento, el abstencionismo y la falta de movilización son las fortalezas del Frente Nacional.

Mélenchon afirmó que no se puede elegir entre “la extrema finanza y la extrema derecha”, este es el fantasma que recorre Francia esta semana. Sin embargo, uno de los candidatos gobernará Francia. Esperemos que Francia muestre que está por encima de lo sucedido con el Brexit y con la votación estadounidense.

msalomonf@gmail.com