La cobradora de Bejarano

La cobradora de Bejarano
Por:
  • larazon

Cuando Marcelo Ebrard anunció que como parte de su plan anticrisis desaparecería algunos fideicomisos no prioritarios, a uno de los que se le pusieron los pocos pelos de punta fue a René Bejarano.

El veterano profesor no sabía si el jefe de Gobierno se refería a todos los fideicomisos, incluyendo al Fondo para el Desarrollo Social del DF, que depende de la Sedeco de su muchacha Laura Velázquez.

Y es que el Fondeso es dirigido por Mónica Ramón Alonso, quien fue su secretaria particular cuando era director de Gobierno con Rosario Robles; secretario particular con El Peje y luego líder de la ALDF.

En 2006 la hizo directora del fideicomiso creado por López Obrador para apoyar a pequeñas empresas, quizás como IDN.

Mónica Ramón es la encargada de recolectar el millonario diezmo que el casi sexagenario profesor cobra a diputados, empleados y funcionarios como cuota por haberles conseguido hueso.

Todo mundo tiene que aportar en efectivo para que Bejarano se dé vida de pirrurris, como dijera Andrés Manuel, sin trabajar.

Casualmente Mónica es esposa de Adolfo La Coneja Miranda, que durante años fue secretario particular de Ramón Sosamontes, ex socio de Carlos Ahumada.

Cuestión de recordar que Bejarano y Sosamontes son piezas fundamentales en los oscuros negocios que el empresario argentino hizo con el PRD en varias delegaciones del DF; qué coincidencia que sus ex particulares eran esposos.

A pesar de no tener trabajo desde 2004, y que su esposa, Lola Padierna, tampoco lo hace, al profesor le alcanza para mantener varias casas, escuelas privadas para sus dos hijas y pagar a los hermanos Miguel y Octavio Pérez como choferes, además de Obispo Martínez como guarura.

Bejarano es de la misma escuela de El Peje; se niega a explicar cómo le hace para vivir como rey y comprar casas de contado, como la de Isabel la Católica 1003, en la colonia Niños Héroes, donde despacha en el segundo piso.

El profesor piensa que el asunto de las ligas ya está olvidado y que se puede pasear en público. Tanto que maneja su Chrysler 300 azul con asientos de piel, a nombre de un ex candidato a delegado en Benito Juárez.

Cuentan que incluso en un viaje a Morelia, en ese coche, el profe se quemó el trasero al encender la calefacción de los asientos, función que ignoraba.

 CENTAVITOS... Adolfo Orive, líder del PT en la Asamblea Legislativa, afirma que Alejandra Barrales no es confiable, no tiene estrategia y que sólo utiliza su mayoría para aplastar a la ciudadanía sin tomarla en cuenta. Qué bueno que Orive, de los pocos con materia gris en Donceles, se dé cuenta de ello ahora que viene la reforma política para el DF. Lo extraño es que no pensaba así cuando ayudó al PRD a aplastar a la oposición con el presupuesto, las comisiones y a ignorar a la ciudadanía en la aprobación de las bodas gay. Ha sido una de las comparsas de Barrales; a ver si deveras se independiza.

jadrian02@yahoo.es

fdm