La nueva conformación del Congreso del Quintana Roo

La nueva conformación del Congreso del Quintana Roo
Por:
  • guillermo_vazquez_handall

Los resultados de la pasada elección definieron la siguiente conformación de la XV legislatura de la cámara de diputados de Quintana Roo, la cual tendrá supremacía del bando priista y sus partidos aliados el Verde Ecologista y el Panal.

En suma el Revolucionario Institucional junto a los partidos con los que conformo coalición electoral tendrán juntos trece de los veinticinco escaños totales, divididos de la siguiente forma: ocho diputados para el PRI, cuatro para el Partido Verde y uno para el Panal.

Uno más que los que obtuvieron por su parte Acción Nacional con cinco, cuatro el Partido de la revolución Democrática, dos Morena y uno Encuentro Social respectivamente.

Ahora bien estos dos últimos Encuentro Social y Morena no formaron parte de la alianza con Acción Nacional y el PRD que gano la gubernatura, pero se prevé que se agreguen a esa fuerza, sino en todos si al menos en una gran mayoría de los casos.

De cualquier forma trece contra doce es mayoría al fin y eso hace suponer que la presidencia de la Gran Comisión, el máximo órgano de dirección administrativa y política del poder legislativo local, quede pues en manos de un priista.

No se trata de un asunto menor, toda vez que quien asuma es posición será contrapeso natural del poder ejecutivo y por ende tendrá una enorme fuerza institucional tanto como de responsabilidad política.

Este poder al menos será en principio en dos sentidos, el primero por obvias razones en la interlocución con el gobernador del estado, que independientemente de la cordialidad que se espera deberá privar entre ambas instancias, no supondrá ningún tipo de sumisión por el contrario, un claro conflicto de intereses.

En ello no se puede dejar de lado que el Órgano de Fiscalización dependiente de la legislatura, encargado de la revisión de las cuentas publicas del poder ejecutivo, tendrá también en adelante un papel muy interesante y por lo mismo protagónico.

Esto porque en el sentido de la reflexión inicial, el otro gran aspecto que privara en la relación de dialogo y hay que decirlo de negociación entre la mayoría legislativa y el gobierno del estado, estará fuertemente influida por el aspecto político partidista militante.

La alianza PRI-PVEM tendrá en sus diputados locales un bastión de operación con miras a las siguientes elecciones para renovar en dos años diputados federales y senadores, así como en tres más el mismo Congreso del Estado, tanto como las presidencias municipales.

Desde este punto de vista, lo que se puede esperar es que, exista un equilibrio en esa dinámica, toda vez que derivado de esa mayoría y considerando que el Revolucionario Institucional en coalición con el Partido Verde Ecologista y el Panal, obtuvieron ocho de las once presidencias municipales en disputa, su fuerza es vigente y poderosa, sobre todo en Cancún en donde la unión priista-verde se llevo todo.

Sin Embargo el priismo tendrá que reestructurarse, apoyarse en sus nuevos liderazgos, porque necesariamente tendrá que ser así, establecer quienes serán sus próximas figuras, evidentemente con miras a los siguientes procesos electorales, en ello son cinco los elementos preponderantes que incidirán en el desarrollo de su estrategia.

En esa relación de posiciones y liderazgos, se entiende que el dirigente de la bancada y seguramente también Presidente de la Gran Comisión del Congreso del Estado, el Presidente del Tribunal Superior de Justicia, tanto como sus presidentes municipales y quien resulte ser designado el próximo Presidente del Comité Directo Estatal del partido, serán en conjunto los ejes de su poder, que como ya mencionábamos no es para nada menor.

Sin menoscabo de que todos los delegados de las dependencias federales con base en la entidad, siendo de origen local o enviados desde el centro, son y seguirán siendo priistas.

Que estos cinco elementos, que a su vez serán factor, independientemente de la labor de cada uno, deberán ser los orquestadores de la recuperación del ánimo colectivo priista en toda la entidad, para rescatar la unidad y la presencia.

Y finalmente sin que eso sea necesariamente por obligación, que ellos mismos se conviertan dada su posición e influencia en precandidatos en los siguientes comicios, pensando por supuesto que el priismo hará todo lo que corresponda para mantener posiciones y desde ellas, plantear la eventual recuperación de la gubernatura.

Porque sin lugar a dudas, la reflexión más importante que debe hacerse el priismo quintanarroense y el nacional, es el hecho de que el resultado del proceso electoral señala claramente la necesidad urgente de renovación; Tanto de sus dirigentes como de sus actitudes.

En conclusión esto hace prever que el papel de la siguiente legislatura, será el más trascendente de toda su historia, es la primera vez desde que Quintana Roo se convirtió en entidad federativa, que habrá una diferencia de militancia partidista entre la mayoría legislativa y el poder ejecutivo.

En teoría eso favorece el equilibrio entre ambos poderes, estimula la competencia política y por supuesto infiere un gran contrapeso, lo que se traduce en una extraordinaria necesidad y por ende capacidad de diálogo para la convivencia.

Twitter@vazquezhandall