México en el mundo

David López Cárdenas

Como parte de la fructífera gira de trabajo por la ciudad de Nueva York, por primera vez desde que inició su mandato, el Presidente Enrique Peña dirigió un mensaje ante el pleno de la 69 Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, que mucho contrastó con el tono altanero y bravucón de su antecesor en estos foros.

Fue necesario dejar atrás los discursos lastimosos y plagados de reclamos que caracterizaron las intervenciones de Felipe Calderón ante este órgano deliberativo internacional, para informar al mundo de la nueva faceta por la que atraviesa México.

A diferencia del sexenio anterior, la participación del Presidente Peña Nieto no versó sobre temas como narcotráfico, violencia o el flujo ilegal de armas hacia México. Mucho menos fue utilizada como un espacio para repartir acusaciones con Estados Unidos, como solía hacerlo Calderón en un intento por reivindicar su vapuleada imagen, haciendo política interna a costa de la reputación internacional de nuestro país.

Para el actual gobierno la estrategia encaminada a responsabilizar a Estados Unidos de algunos de los efectos más nocivos generados por la fallida guerra contra el narcotráfico emprendida por Calderón quedó en el pasado. Ahora la prioridad del gobierno es reposicionar a México en el contexto global mediante propuestas y soluciones concretas.

Por supuesto que el tráfico de drogas, armas y personas es un tema que no puede minimizarse y debe permanecer vigente en la agenda bilateral México-Estados Unidos, pero más allá de las confrontaciones, resulta más provechoso transitar por el camino del diálogo para fijar posturas en relación con la cooperación que debe existir entre los gobiernos de ambas naciones y hacer frente a estas problemáticas compartidas.

Esto lo tiene claro el Presidente Peña y lo reafirmó en su discurso frente a más de un centenar de mandatarios internacionales, quienes pudieron apreciar una mayor apertura en la política exterior mexicana basada en la concertación y la colaboración internacional.

La confianza que le brinda al Presidente Peña la renovación del andamiaje constitucional a través de la construcción de coincidencias entre opiniones divergentes lo motivó, incluso, a instar a la ONU para que siga el ejemplo de México y se aventure a evolucionar a pesar de las naturales resistencias que se presentan en un ambiente plural.

 Punto final... En una nueva torpe maniobra que evidencia la corrupción que envuelve la construcción de una presa para beneficio personal, el acorralado gobernador de Sonora, Guillermo Padrés, presuntamente decidió dinamitar la cuestionada obra con el fin de eliminar los claros rastros de su abuso de poder.

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