Pájaro de Bernie, Cisne de Trump

Pájaro de Bernie, Cisne de Trump
Por:
  • nemer-naime

Aún no encuentro a nadie que apoye a Donald Trump. Él es el Cisne Negro que hemos esperado para diezmar la autoridad moral que Estados Unidos tiene sobre el mundo. ¿Por qué no hay apoyo? ¿Acaso se desea que Estados Unidos continúe al mando del mundo?

Ya sé que estamos dolarizados en lo económico, agringados en lo de entretenimiento, americanizados en lo deportivo y capitalizados en lo laboral. Estamos tan anglicanizados en lo político que ya buscamos influenciar los resultados de las elecciones democráticas de otro país, ya sea por medio de videos de YouTube, en la quema de Judas y otras viralidades facebookeras o memeramas. A pesar de lo gringo que somos en nuestro antiamericanismo, no hay nadie que recuente lo bueno que sería un Trump en la Casa Blanca.

Muchos se van por Bernie Sanders, el candidato en la esquina extrema de la izquierda. Recordemos que hace unos días sus simpatizantes, los más virulentos contra la expectativa de un Trump-einato, ovacionaron a… ¡un pájaro!, sí, un pájaro que se posó en el podio de Sanders durante su gira en Oregon. Y Bernie Sanders, obviamente, habló con el pájaro. ¿No fue lo que hizo Maduro allá en Venezuela? ¿Sería el mismo pájaro? Por eso Bernie es el candidato antisistema.

Otros por Hillary Clinton, quien acumula más años en la política que fuera de ella. Ha estado ahí desde que tiene 32 años; hoy cuenta con 68. Conoce los intereses que mueven la política, sus trampas, sus trucos, sus ventajas y sus beneficios. Es la más experimentada del trio. Pero su nivel de credibilidad está inversamente relacionado con el de su hipocresía. Como política maestra que es, le tira tanto a tantos que ya se empieza a quedar sola en la fiesta; la gente no espera mucho de ella. Hillary representa a todos, que, en términos reales, es representar a nadie. Así, Hillary representa al sistema.

Ahora Donald. Primero hay que mencionar un detalle que se ha omitido. Las elecciones primarias en Estados Unidos están, por naturaleza, polarizadas. Durante ellas se disputan los extremos de cada visión.

Los demócratas se disputan los votos de los que tienden a la izquierda, y los republicanos a los que se inclinan a la derecha.

Con eso en cuenta, Donald Trump, en estas primeras elecciones por la nominación republicana, estaba tratando de capturar los votos de la derecha. Nadie se imaginó que su brusquedad, su altanería y su descaro por lo políticamente incorrecto fueran a tener tanto éxito. Lo tuvieron. Pero, ¡aguas!, esta actitud sólo le resultó para ganar votos en un lado del espectro político.

Cuando Donald Trump quede oficialmente como el candidato republicano, su discurso se moderará; le bajará unos muritos a su discurso antiinmigrante y a su soberbia porque su objetivo principal no será conservar los simpatizantes ganados en las primarias, sino convencer a los “indecisos” y hasta tratar de convertir a algunos votantes demócratas. Y lo hará. Trump es el Cisne Negro que nadie vio venir.

nemer.naime4@gmail.com

Twitter:@NemerNaime