Pretextos

David López Cárdenas

Dice la máxima popular que “desde que se inventaron las excusas…nadie queda mal” y al parecer, es el último recurso del cual se intentan abrazar, tanto Felipe Calderón como Gustavo Madero, para explicar la intrascendencia de los sexenios panistas.

Da la impresión de que en el PAN se quedaron sin argumentos para defender la actuación de sus ex mandatarios y ahora recurren a pretextos infantiles en un intento por justificar su incapacidad para generar un clima de consenso durante sus administraciones.

Durante 12 años, la actitud inmadura y por demás soberbia de los presidentes panistas propició un distanciamiento entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo que derivó en una pobre producción legislativa ante la falta de disposición para conciliar diferencias.

Nunca entendieron que la inexistencia de mayorías en las cámaras del Congreso de la Unión los obligaba a buscar y generar canales de diálogo en los que se sumarán suficientes expresiones políticas para darle cauce a la pluralidad y a la participación conjunta.

Ahora, como una forma de apaciguar consciencias, pretenden culpar de su ineficacia a los partidos que fueron oposición durante las presidencias panistas y los califican de irresponsables, sin percatarse que la raíz de su decadencia radica en su propia ineptitud.

Se les olvida que, gracias a esa oposición “irresponsable” Felipe Calderón pudo tomar protesta en 2006 y que gracias a ellos también lograron modificar el sistema de pensiones del ISSSTE.

No obstante, ahora como oposición minimizan el liderazgo que ellos nunca tuvieron para facilitar una agenda legislativa sustanciosa y buscan cualquier espacio de oportunidad para montarse en éxitos ajenos, asumiendo incluso la paternidad de las reformas constitucionales.

Las reformas estructurales son el producto terminado de una suma de voluntades y no son creación exclusiva de ninguna de ellas. La analogía del saludo con el sombrero ajeno aplica más para aquellos que, por incapacidad o soberbia, permanecieron impasibles, y que hoy, ante la grave crisis moral derivada de los escándalos de sus líderes y del alejamiento con la sociedad, tratan con pretextos de salvar un poco de reconocimiento.

 Punto final... El anuncio de la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México como la obra más importante del sexenio, nos remite obligadamente a uno de los mayores fracasos del PAN durante su paso por el poder cuando, la que sería la mayor obra del sexenio foxista, se cayera por falta de operación política.

La presencia del presidente del Comisariado Ejidal de San Salvador Atenco, Andrés Ruiz, en el anuncio de la magna obra es una muestra más de que el diálogo, la concertación y la inclusión siempre son la mejor ruta para lograr acuerdos en donde otros ven sólo problemas.

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