¿Qué nos dicen los resultados del Coneval respecto de la situación de la pobreza en México?

¿Qué nos dicen los resultados del Coneval respecto de la situación de la pobreza en México?
Por:
  • larazon

Ernesto Nemer Álvarez

Subsecretario de Desarrollo Social

Hace unas semanas, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dio a conocer las cifras sobre medición de la pobreza que cada dos años lleva a cabo, de acuerdo con lo que establece la Ley General de Desarrollo Social. Sus resultados han sido discutidos entre diversos sectores de la población y, particularmente, si la pobreza ha disminuido o no.

La primera cuestión que me parece importante destacar, es que en el periodo de 2012 a 2014 se redujo el número de carencias promedio de la población, pese a un aumento en el número y total de pobres en el país.

De acuerdo con el Coneval, de las seis carencias sociales consideradas para la medición multidimensional de la pobreza, hubo reducciones en cuatro de ellas: el rezago educativo disminuyó en 200 mil personas; el acceso a los servicios de salud en 3.5 millones; el acceso a la seguridad social en 1.7 millones y la calidad y espacios en la vivienda en 1.1 millones de personas menos. Esto significa que la acción de los programas sociales ha tenido un impacto positivo entre los sectores de la población más pobres del país.

Debemos señalar que en esta misma etapa se registró un aumento en los ingresos de las personas en pobreza extrema (ubicadas en el primer decil de hogares según el nivel de ingresos), lo cual contribuye a reducir las brechas que tenía dicha población, respecto a los ingresos requeridos para cubrir sus necesidades básicas de alimentación. Ello se explica esencialmente por las transferencias monetarias a la población en pobreza extrema, que se realizan a través del Programa de Inclusión Social Prospera y del Programa Pensión para Adultos Mayores.

Estos resultados positivos, que impactaron esencialmente entre los grupos de habitantes más pobres del país, son de gran relevancia si se consideran las condiciones adversas del entorno económico internacional y sus efectos en la economía mexicana.

Dicho de otro modo, a pesar del escenario internacional que estamos viviendo, se ha logrado proteger a los más pobres entre los pobres. De ahí que sea tan importante construir puentes entre la vertiente asistencial de combate a la pobreza y la vertiente productiva que en los hechos inserta a la población al mercado laboral.

En este sentido, como se ha referido el secretario José Antonio Meade, se requiere de una participación muy activa del Estado, mediante la eliminación de las carencias en alimentación, educación, salud, entre otras, para que la población beneficiaria pueda incorporarse en mejores condiciones al mercado y, de esta forma, contar con oportunidades de ingreso y un bienestar creciente. Así, la política social debe acompañar a los beneficiarios en este tránsito de la asistencia, para la superación de carencias a la inserción productiva, para la generación de ingresos.

A los resultados positivos antes mencionados, contribuyeron también los esfuerzos que se han realizado en materia de coordinación de acciones, entre los tres órdenes de gobierno, ya que se observó una reducción en los porcentajes de la pobreza o pobreza extrema en 24 entidades federativas del país, destacando especialmente el caso de Chiapas.

Entre 2012-2014, en esa entidad se redujo en un 2.8 por ciento la población con rezago educativo (100 mil personas menos); en 4.3 por ciento la población con escasez de servicios de salud (200 mil personas) y en 2.2 por ciento la población con carencias al interior de las viviendas (77 mil personas).

En el municipio de Zinacantán, por ejemplo, en donde se ha puesto énfasis en la aplicación de la Cruzada Nacional contra el Hambre, se redujeron las siete carencias sociales y económicas, consideradas para la medición multidimensional de la pobreza: se redujo la población en pobreza en 1.7 por ciento; disminuyó el rezago educativo 1 por ciento; bajó la carencia en servicios de salud 5 por ciento; descendieron las carencias en seguridad social 0.4 por ciento; se abatieron las carencias al interior de la vivienda en 5 por ciento. Las carencias al exterior de la vivienda se redujeron 17 por ciento; la de alimentación decreció 16.4 por ciento y descendió el porcentaje de personas en pobreza por ingreso en el municipio.

El análisis del Coneval profundizó en cinco municipios: Zinacantán, Chiapas; Guachochi, Chihuahua; San Felipe del Progreso, Estado de México; Mártir de Cuilapa, Guerrero y Tehuacán, Puebla. En todos, encontró reducciones en pobreza extrema y avances en la reducción de diversas carencias sociales.

En suma, es un hecho que el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, los gobiernos de las entidades federativas y de los municipios, tienen ahora el reto de avanzar de manera más acelerada en la disminución de la pobreza extrema, que involucra a 11.4 millones de personas, y de diseñar mecanismos más eficientes, que incidan en la reducción de la pobreza.

La concreción de las reformas estructurales realizadas puede ayudar a mejorar nuestro entorno macroeconómico doméstico, pero, sin duda, la operación reforzada de los programas sociales seguirá jugando un papel fundamental, en favor de los sectores más pobres del país.