Quién manda

Quién manda
Por:
  • larazon

Fernando Escalante Gonzalbo

Está visto que no votaremos dos veces para elegir presidente bajo la misma legislación electoral. Y el consejo general del IFE, ahora INE, seguirá estando libre de presiones, salvo las de los partidos políticos, que otra vez removerán a los consejeros inamovibles —para que quede claro quién manda. En todo caso, es indudable que la reforma que viene será una victoria de la democracia, tan definitiva como todas las anteriores. Finalmente, tendremos la palanca que hace falta para el desarrollo del país, o algo así.

No hay una lógica interna de la reforma, no ofrece un nuevo modelo para el sistema político. En realidad, hasta donde se puede entender, en lo fundamental es un nuevo intento del PAN de ganar la elección presidencial de 2012. Las cuentas están muy claras: si Peña Nieto hubiera rebasado el límite de financiamiento, si ésa hubiera sido causal de anulación, y si hubiese habido segunda vuelta y Peña hubiese quedado excluido, casi seguro que Vázquez Mota hubiese tenido oportunidad de ganar. Es obvio, ¡manos a la obra!

Desde luego, siempre se podrán complicar más las cosas, pero de momento, con las nuevas causales de anulación tenemos asegurada una intensa, enconada, laberíntica discusión cada vez que alguien sospeche que un reportaje de un noticiero ha sido pagado. Es lo de menos. Mucho más importante, más significativa es la supresión de los órganos electorales de los estados. Indispensable, se dice, porque no son confiables, porque han sido capturados por los gobernadores. Pienso en algunos de los más atrabiliarios de los tiempos recientes, en el gobernador Marín, de Puebla, en Ulises Ruiz en Oaxaca, Sabines en Chiapas o el químico Granier en Tabasco, y me pregunto en qué consiste el problema de los institutos electorales de los estados.

El resultado sí es previsible: una única, gran negociación nacional, de la dirigencia de los partidos en el Distrito Federal, para designar a los procónsules. Y así controlar desde el centro los procesos locales.

Trato de imaginarme cómo será eso, que parece tan sencillo: controlar los procesos locales. Y me viene a la memoria, porque es lo que queda más a mano, la reforma educativa. Sólo en la prensa de hoy me encuentro con una zacapela entre maestros y transportistas por el bloqueo en una caseta de cobro, en Veracruz; normalistas que secuestran una docena de autobuses de pasajeros en Tiripetío, en Michoacán; los padres de familia de Suchilquitongo, en Oaxaca, que han abierto trincheras para impedir el regreso de los profesores de la Sección 22 a la escuela del pueblo, y algo parecido en otras treinta, en que ahora hay miembros de la Sección 59.

Los jefes de los partidos no ven ningún problema, quieren hacerse cargo de todo —porque no se puede confiar en los provincianos. Veremos.