Si el Norte fuera el Sur

Si el Norte fuera el Sur
Por:
  • nemer-naime

A parte del conflicto regional de Pakistán e India por Kashmir (1947), el conflicto en la Península Coreana (1950) era el más longevo en nuestra historia. La semana pasada ese conflicto llegó a su fin. Se habla de que Trump merece el Premio Nobel de la Paz por esto. Que se lo den: que sigan pensando: “el hombre blanco salva al mundo”. Mas a fondo, los forjadores de esta historia son dos: 1) la visión geopolítica de China y 2) la juventud de Kim Jong-un.

El primer borrador del tratado firmado por las Coreas es un documento muy nutrido y urgente. Contiene: la desnuclearización de la Península Coreana; un tratado de paz; reuniones familiares a partir del 15 de agosto; desarrollo de infraestructura binacional (conectar trenes y carreteras); la Zona Desmilitarizada será Zona de Paz; pláticas militares en mayo; el presidente Moon, de Corea del Sur, visitará Corea del Norte en otoño.

Cuando Kim Jong-un tomó el poder en Corea del Norte (2011) tras la muerte de su padre, Kim Jong-Il, tenía por ahí de 26 años. Era el primer millennial líder de un estado-nación. La mayoría de su vida la pasó viajando por el mundo y estudiando en Europa; su actividad favorita era los videojuegos. Como estereotipado “mirrey” sus primeras acciones como líder consistieron en el abuso de su poder, encarcelamiento y asesinato de opositores, invitar a Dennis Rodman, controlar los medios y exhibir su juguetería militar.

A principios de este año, el mundo se paralizó con una posible guerra nuclear entre dos locos. Kim Jong-un y Donald Trump, cada uno desde su esquina, lanzaba amenazas infantiles, declarando que tenían un “botón” nuclear más grande y poderoso que el otro. El mundo se iba a acabar por dos niños berrinchudos.

En cuatro meses, uno de estos dos maduró, y el clima político cambió drásticamente. Kim terminó el aislamiento internacional de su país, cruzando la frontera hacia Corea del Sur.

¿Qué cambió? Flashback: tres semanas antes al famoso cruce fronterizo, Kim visitó a Xi Jinping en China.

La reunión fue en secreto y poco se sabe de lo que se habló en ella. Pero la diplomacia es forma, nada es detalle y todo es personal. ¿Y en lo personal? Xi Jingpin puede llegar a ser presidente vitalicio en China, y Kim Jong-un, por su edad, gobernará Corea del Norte por 30 años más, mientras Corea del Sur y Estados Unidos cambiarían de administración cada 4-5 años. La longevidad en el poder es la ambición #1. Los detalles se delinean con el tiempo.

Kim Jong-un —líder supremo de la nación más aislada y empobrecida— después de desafiar al mundo entero con sus ensayos nucleares al principio de su mandato, se podría convertir, de un día a otro, en un símbolo de paz mundial.