Con el objeto de contribuir a la erradicación de la violencia, el escultor mexicano Jorge Marín creó la pieza Alas por la Paz usando como material desechos de las armas de fuego entregadas por la sociedad al Gobierno de la Ciudad de México a través del programa “Por tu familia, desarme voluntario”.
“La idea era transformar la armas, símbolo de la violencia por excelencia, en el símbolo de un sueño, de un ideal de volar y tener paz”, expresó el artista en entrevista con La Razón luego de que el Jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, develara la escultura de gran formato en el vestíbulo del Hotel Hilton Alameda.
“El propósito es mostrar que con un objeto que puede herir también se puede hacer un llamado a la sociedad para el resurgimiento de la armonía”, abundó el creador de varias esculturas de alas.
La presentación de la obra, de seis metros de punta a punta, y dos y medio de alto, se dio en el marco del Día Internacional de la Paz, proclamado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y durante la clausura del Foro Internacional de Alcaldes por la Paz, para que quedara como una constancia de este encuentro.
Jorge Marín (Uruapan, Michoacán, 1963) explicó que este proyecto nació hace seis meses y que fue la Secretaría de la Defensa Nacional, con mediación del gobierno capitalino, la que le facilitó las armas que la gente canjea por tabletas electrónicas, laptops y electrodomésticos.
Antes de que las armas le fueran entregadas, explicó, éstas son investigadas para conocer su origen real y descartar que hayan sido utilizadas en la comisión de un delito para no desecharlas y con ello borrar evidencias útiles para indagatorias. “Después se desactivaron, técnicamente hablando, y quedaron como chatarra”, mencionó.
Una vez que las armas dejaron de ser funcionales fueron unidas a través de soldadura y se mantuvo su color original. “No fueron pintadas, el material está expuesto como es porque no quise alterar su realismo, el efecto que tienen, porque un arma es un arma y siempre hay que estremecernos cuando estemos cerca de una”. En total, el artista usó tres toneladas de residuos de éstas para la conformación de las alas.
Sobre la importancia de fomentar la paz en el mundo, el escultor recordó que “una sociedad que vive en paz es plena y sus habitantes pueden aspirar a una mejor calidad de vida, y una en la que hay conflicto tiende a sufrir y a desaparecer”. También consideró que no hay un país o rincón del mundo que se pueda decir libre de violencia, por lo que, expresó, todos debemos promover la paz.
El artista, quien ya ha creado otras esculturas de alas, las cuales se han convertido en una referencia icónica de su trabajo, comentó además que “el arte puede ser un vehículo para hablar de la violencia y, sobre todo, de la posibilidad de vivir sin ella”.
Foro por la paz. Durante la clausura del Foro Internacional de Alcaldes por la Paz, el Jefe de Gobierno capitalino entregó un reconocimiento al artista por su contribución al fomento de la paz en la Ciudad de México.
Aunque la pieza fue develada la tarde de ayer en el lobby del hotel mencionado, sería retirada horas después para su posterior instalación en un espacio público de la ciudad, el cual aún no es definido por las autoridades capitalinas. En el evento, Miguel Ángel Mancera incluso abrió la posibilidad de que la obra pueda itinerar y agradeció al escultor por haber creado la pieza de manera gratuita.
Con esta contribución, Marín espera que las Alas por la Paz se conviertan en un “símbolo de la sociedad pacífica que queremos todos”.
Sobre sus nuevos proyectos, el artista comentó que en tres semanas exhibirá en Azerbaiyán una serie de esculturas monumentales.
Campaña exitosa. Al acto también asistió el secretario de Desarrollo Social capitalino, José Ramón Amieva. De acuerdo con cifras dadas a conocer por la dependencia que encabeza, de diciembre de 2012 a la fecha, a través de la campaña de desarme se han sustraído de los hogares 26 mil armas, y en la sexta etapa del desarme, que inició en febrero de este año, se han recabado tres mil 770 y 54 mil 901 cartuchos.