El primer museo prehispánico dentro de un cenote se proyecta en Valladolid, Yucatán, donde ya 15 arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realizan exploraciones para liberar este sitio que pretende albergar entre 250 y 300 piezas de diversas culturas mesoamericanas que pertenecieron a una familia, por lo que la dependencia ya hace su catalogación y registro, detalló a La Razón el arquitecto Abraham Fabila, CEO de la empresa World Business Capital, que desarrolla este recinto en el complejo residencial Muúk Karant.
“Contamos con una herencia familiar de la empresa de algunas piezas prehispánicas, alrededor de 300 piezas de diferentes culturas de todo México; ya nos encontramos de la mano con el INAH para su catalogación, su registro, todo el proceso técnico que se requiere. Una vez que tengamos esto, se van a incorporar dentro del cenote con todas las medidas técnicas, de museografía, curaduría. Va a ser un recorrido orgánico donde no impactemos nada de la cueva”, comentó Abraham Fabila.
El arquitecto compartió que el acervo llegó a su familia entre hace 100 y 120 años, pero hasta hace cuatro años lo heredó y decidió exhibirlo en un museo. “Data de muchos años, es una colección de mi abuela, tendrá cuatro años que me la heredó, sabiendo que me apasionaba mucho el tema prehispánico. A ella sus antepasados se la fueron dando y nunca se exhibió, era por el gusto de preservarlo. Durante muchos años se fueron coleccionando las piezas. Hasta donde sé, 80 o 90 por ciento se las regalaron a mi abuela, fue mi bisabuelo y luego gente le regaló unas y fue agrandando la colección. Hoy hay oportunidad de exhibirlas y que la gente las conozca”, explicó.
Dijo que cuentan con piezas mayas, toltecas y zapotecas, entre otras culturas. Destacan cavillas de madera utilizadas en rituales, cuchillos ceremoniales, jarrones para ofrendas, instrumentos musicales prehispánicos y figuras de jade y obsidiana. Nunca antes las habían registrado ante el INAH.
“No existía un antecedente (de registro ante el INAH), realmente ni se prestó, todo fue de manera interna, no tenía conocimiento de ningún registro, pero ahora para hacer un museo es un tema delicado y no hay otro que el INAH para que nos regule. Entendemos que es patrimonio de la nación, quiero pensar que cuando la institución necesite generar alguna exposición temporal o llevarla a otro museo, se hará la solicitud y se volverá a traer”, comentó.
Respecto al cenote, donde estará el museo, Fabila detalló que se encuentra en un predio virgen que adquirió la empresa y nunca se ha explotado turísticamente. Resaltó que se distingue por sus bóvedas de 15 metros, esculpidas a lo largo de más de un millón de años por estalactitas y estalagmitas.
“Tiene en sus muros unas pinturas prehispánicas, por sí solo ese cenote ya es un museo. Es un predio virgen, nunca ha sido tratado. Dos de ellos nunca habían sido explorados… Tenemos a los arqueólogos del INAH dentro del desarrollo, son aproximadamente 15, están haciendo exploración, se llama liberación del predio”, aseguró.
Proyectan que el museo esté listo a finales del 2026 y pueda recibir diariamente a 300 visitantes en una primera etapa.