Muestra en Miami

Las raíces del grafiti vuelven al museo 52 años después

Museo ubicado en Florida presenta ORIGINS, que reúne obras pioneras de esta manifestación urbana; “esos jóvenes sabían que estaban innovando”, dice Alan Ket

Piece, de Phase 2, 1973 Foto: Especial

ORIGINS, la nueva exposición que presenta el Museum of Graffiti de Miami, Florida, Estados Unidos, recupera las obras pioneras de la primera manifestación de arte urbano moderno, el grafiti.

La muestra, que permanecerá abierta hasta diciembre de 2026, reúne una centena de obras entre pinturas, objetos históricos y fotografías, muchas de ellas provenientes de colecciones privadas y archivos personales de fotógrafos que documentaron la escena neoyorquina de los años 70, cuando el movimiento se originó.

Una pieza con tags colectivos ı Foto: Especial

La importancia de ORIGINS radica en las piezas centrales que pertenecen a la histórica exposición de 1973 en la Razor Gallery de Nueva York, la primera vez que el grafiti entró en una galería formal. Artistas como PHASE2, FLINT 707, SNAKE 1 y COCO144 llevaron su lenguaje visual, nacido en las entrañas de la ciudad, a un lienzo que se ha preservado y defiende su valor artístico. Estas obras no se habían visto públicamente desde hace medio siglo.

  • El Tip: INICIALMENTE, el grafiti se centraba en la inscripción de un seudónimo condensado en cualquier superficie pública disponible.

En entrevista con La Razón, Alan Ket, cofundador y curador del museo, explicó que esta exposición retoma un capítulo todavía poco contado del arte contemporáneo. “Es muy interesante que exista un movimiento artístico que sigue vigente hoy en día, con casi 60 años, y que se hayan creado muy pocas exposiciones en torno al tema de sus inicios. El interés empezó ahí, con el nacimiento de un movimiento que sigue siendo tan fuerte y poderoso hoy en día”, contó.

Para el curador Alan Ket, esta exhibición no sólo recupera las obras del olvido, sino también su significado.

“No creo que haya diferencia entre las intenciones de los artistas en 1973 y cómo se perciben sus obras hoy en un museo; esos jóvenes artistas sabían que estaban innovando al intentar preservar algo que, en aquel entonces, no se consideraba de gran valor”, señaló.

Asimismo, la muestra ORIGINS visibiliza la voluntad que los artistas de hace cinco décadas reclamaban: que su arte no era sinónimo de vandalismo, sino que podía ser apreciado como expresión artística de primer orden. “Hoy, por fin podemos verlos en el mismo contexto en el que estos jóvenes artistas pensaban que debían ser considerados, no sólo como letras efímeras o desechables de la calle, ellos tenían la intención de exhibirlo como arte”, añadió Alan Ket.

El recinto presenta la exposición como un acto de reparación, no para los expertos ni para con la historia del arte misma, sino para llenar los vacíos en la conciencia pública.

“Éste es un movimiento artístico, una forma de arte que está en las calles. El público en general no sabe lo suficiente sobre esto, así que realmente estamos tratando de llevar esto a la conciencia de la gente”, explicó.

Esta presentación se complementa con El Tiguere, la muestra individual de JonOne, uno de los artistas más influyentes surgidos de la escena del grafiti en Nueva York. Aunque su obra actual se mueve en otra dirección estética, sus fundamentos están anclados en lo que ORIGINS presenta: el origen, la evolución y la expansión global del grafiti. Un movimiento que nació en las calles, creció en los trenes, fue rechazado durante décadas y hoy, finalmente, encuentra el reconocimiento institucional que sus pioneros imaginaron.