Antonio Malpica recrea con humor secuelas del “error de diciembre”

Antonio Malpica (Ciudad de México, 1967) se convirtió en 2015 en el primer escritor mexicano en ganar el prestigioso Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil. Autor de novelas dirigidas a niños y jóvenes tiene en su haber diversos galardones y reconocimientos nacionales avalados por más de 50 títulos, entre los que destacan la novela #MásGordoElAmor y los cinco tomos de la saga El libro de los héroes.

Los niños y adolescentes lo han convertido en su escritor preferido; en las ferias editoriales es asediado por lectores jóvenes que lo buscan para que firme ejemplares o se tome una selfie con ellos. El merecedor del Premio Nacional de Obra de Teatro para Niños ha labrado un cosmos de aclamación unánime de la crítica especializada y los infantes.

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Aparece Imagina que no hay cielo (Editorial Océano, Gran Travesía, 2019), “divertida comedia de circunstancias” que recrea el México de los años noventa enfrentado a la mayor crisis financiera de su historia reciente. Los hermanos Oroprieto Laguna —Neto y Jocoque— se ven obligados a regresar al pueblo natal, San Pedrito Tololoapan, para “ablandar el duro corazón de su madre y mendigar aunque sea un poco de su amor”: lo han perdido todo por el desplome del peso y la imparable inflación.

“Creo que he escrito un libro divertido. No está en la línea de El libro de los héroes, sino en los espacios de la comedia. Estos dos hermanos son tremendos, pero Mamá Oralia no se queda atrás. Dólares y equívocos. El carácter de la doña es duro: los Oroprieto Laguna hacen de las suyas para ablandarla y encontrar un poco de amor. El lector irá descubriendo las artimañas. Los millones de dólares en juego bien valen una misa”, glosó, en conversación con La Razón, Antonio Malpica.

El dato: En febrero próximo publicará Así de simple, libro dirigido al público infantil que incluirá ilustraciones del artista Roger Ycaza.

¿Relato que lleva a los lectores jóvenes a unos años donde reinó el desconcierto? Por ahí van las intenciones, la de recrear una época, a través de  episodios divertidos, que los jóvenes no conocieron.

Usted aborda asuntos muy serios, como el “efecto tequila” y sus repercusiones... Ubico a los hermanos protagonistas como víctimas: Neto se ha quedado sin empleo y con deudas por la crisis; y Jocoque sigue ilusionado porque sus proyectos tengan éxitos y lo saquen de pobre.

¿Una comedia de equívocos? Sí, el encuentro de Jocoque con Pancho, que se parece mucho a Juan Pablo II, desencadena una sucesión de hechos en que los equívocos juegan un papel clave. Intentan convencer a la madre para que pague una misa de millones de dólares, con el Papa encontrado en el transporte público.

¿Relato activo con efectivo uso de los diálogos? Me gusta que los personajes hablen, que se descubran por su habla. Le doy mucho peso a eso.

¿Lenguaje cercano a los jóvenes? Fue un reto conseguirlo; pero, siempre, el habla de mis narradores se ajusta a las circunstancias; en este caso recurro a voces populares.

¿La familia como eje para tomar decisiones? Nunca dejamos de pertenecer a un núcleo familiar, el cual juega un papel significativo en la toma de decisiones, como en este caso, para estafar a la madre.

¿Intenciones didácticas? No las hay. Sólo he querido exponer la correspondencia que se establece entre el escritor y los lectores, quienes se pueden solazar con la literatura. Me divertí mucho mientras escribía esta historia: espero que a los muchachos les pase lo mismo cuando la lean.

“Blanco resplandor”

Por Antonio Malpica

Si años después, cuando los hermanos Oroprieto Laguna se reencontraron en el funeral de Mamá Oralia, algún hipotético entrevistador le hubiera preguntado a Neto el porqué llamó al timbre exterior del edificio en el que vivía su hermano Jocoque aquel viernes aciago del 95, éste habría aducido, seguramente, la razón primordial: la crisis en el país. Pero la verdad es que, al menos para su hija Leslie y uno que otro implicado en los sucesos de aquel diciembre, habría sido mejor argumentar una razón, por así decirlo, más destinal. Porque a todos constaba que, aun en el catafalco y aun con el maquillaje y aun con el velo de simpatía que siempre empaña la vista de los vivos cuando miran a los muertos, aun con todo eso, Mamá Oralia parecía plenamente satisfecha tenia en la caja, como si hubiese vivido setenta y cinco años únicamente para morir feliz a los ochenta [...].

Fragmento tomado del libro

Antonio Malpica

Nacionalidad: Mexicana

Profesión: Narrador y dramaturgo

Trayectoria: Ganador del Premio de Novela Breve Rosario Castellanos, por La nena y el mar; y del Premio Nacional Manuel Herrera de Dramaturgia, por Blanco y negro; entre otros galardones.

Imagina que no hay cielo

Autor: Antonio Malpica

Género: Novela

Editorial: Océano, 2019