Exposición en Proyectos Monclova

Artistas rescatan la historia de la negritud en México

Almas cimarronas: voces y miradas de Cuajinicuilapa recupera tradiciones y retrata injusticias; visibiliza lo que ha enfrentado la tercera raíz

Danza diablos, 2015, de Aydeé Rodríguez López, y máscaras de David Montaño Roque.
Danza diablos, 2015, de Aydeé Rodríguez López, y máscaras de David Montaño Roque.Foto: Proyectos Monclova
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La historia de esclavitud de las personas africanas que llegaron a las costas de Guerrero y Oaxaca, pero también cómo lograron su libertad, las costumbres y tradiciones que perduran, así como las injusticias y discriminación que siguen viviendo los afromexicanos en nuestro país, es retratado en la exposición Almas cimarronas: voces y miradas de Cuajinicuilapa de Aydeé Rodríguez López, David Montaño Roque y Allan Fis, que reúne pinturas, grabados, máscaras y fotografías, en la galería Proyectos Monclova.

 En los lienzos de Aydeé Rodríguez López se retratan las memorias de los afromexicanos que la artista ha ido recuperando en la región de la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca, las cuales ha plasmado en sus cuadros, como la esclavitud en las haciendas, la represión y la liberación a través de expresiones culturales como la Danza de los diablos.

 “Me voy a las comunidades con las personas adultas, que son las que más saben de historias de voces, me las cuentan y las plasmo, son sobre la llegada de los esclavos a la Costa Chica de Guerrero, cómo llegaron, de dónde venían, algunas haciendas que se hicieron, todo lo relacionado con la negritud, tanto el hecho histórico como la cultura y sus creencias”, detalló a La Razón Rodríguez López.

Exhacienda de Guadalupe Collantes, 2014, de Aydeé Rodríguez López.
Exhacienda de Guadalupe Collantes, 2014, de Aydeé Rodríguez López.Foto: Proyectos Monclova

Muestra en sus pinturas a Yanga, hombre africano que fue esclavizado en nuestro país y se convirtió en icono de la sublevación y la liberación de los afromexicanos; al entonces presidente Vicente Guerrero, quien fue descalificado por su color de piel, principalmente por la aristocracia de la Ciudad de México y a quien se le ha “blanqueado” en las diversas representaciones que se han hecho de él, la explotación infantil y el trabajo forzado. En grabados, plasma los elementos icónicos de la Danza de los Diablos.

 “Es un archivo histórico, siento que es un grito contra la impunidad, a tanta injusticia, a la discriminación de razas, todavía se sigue tratando mal a la gente negra, en todos los países somos maltratados. Es un grito a la libertad, porque tampoco somos libres del todo, como que todavía están con esa idea de que no existimos, por eso cuando me invitan a exponer me gusta asistir, porque es un grito a la libertad y decir: ‘existimos, ¿por qué nos niegan?, ‘¿sólo para votar existimos?’, es triste y doloroso”, comentó la pintora que ha expuesto en galerías de Los Ángeles, en el African American Museum y el Centro Cultural Guerrerense.

 Rodríguez López fue la primera pintora en llevar las historias de la tercera raíz a sus lienzos, de ahí la importancia de su labor, la cual no ha sido sencilla. “Me daba un poco de miedo al principio, porque recuerdo que cuando mis abuelos hablaban de la llegada de los esclavos lo hacían con mucho misterio y despacito. Años después supe por qué platicaban así, estaba prohibido hablar de la historia de la negritud, ese pasado tan triste de cómo trajeron a los esclavos, entonces empecé a pintar cuadros con historia”, contó.

El negro yanga, 2011, de Aydeé Rodríguez López.
El negro yanga, 2011, de Aydeé Rodríguez López.Foto: Proyectos Monclova

Sus lienzos se caracterizan por su colorido, pues representa los cielos morados de la costa chica guerrerense.

 La exposición, que estará abierta hasta el 12 de agosto en Proyectos Monclova, incluye máscaras elaboradas por David Montaño Roque, danzante y artista originario de Cuajinicuilapa. Éstas se utilizan en la Danza de los diablos, baile de origen africano invocado por las personas afromexicanas para liberarse de las injustas condiciones de trabajo que tenían.

 “Para nosotros es muy importante el derecho a nuestra vida como afromexicanos. Las máscaras son de mayor importancia, porque también significan rebeldía, en relación a la esclavitud, cuando éramos esclavos. Es parte de nuestra vida la Danza de los diablos”, comentó a este diario Montaño Roque.

 La exhibición se complementa con una serie de imágenes que Allan Fis hizo en Cuijinicuilapa, Guerrero, donde acondicionó un estudio para fotografiar a las familias que habitan en ese lugar, pero no en su vida cotidiana, sino retratos individuales donde se muestran orgullosos de ser la tercera raíz, entre éstos se encuentran los de los artistas Aydeé Rodríguez López y David Montaño Roque.

Almas cimarronas…
  • Cuándo: hasta el 12 de agosto
  • Dónde: Proyectos Monclova (Lamartine 415, Polanco, Polanco, CDMX)
  • Horarios: lunes a viernes de 10:00 a 18:00 horas; sábado de 11:00 a 16:00 horas