Austria y México, relación "despenachizada"

Austria y México, relación "despenachizada"
Por:
  • larazon

Héctor Orestes Aguilar lleva más de 25 años aproximándose a la cultura austriaca y formando parte del intercambio cultural entre Austria y México. En esta conversación, el ex agregado cultural de la Embajada de México en Austria comenta el posible regreso a nuestro país, vía préstamo, del penacho del México antiguo.

¿Cómo están las relaciones diplomáticas entre México y Austria?

Las relaciones diplomáticas entre México y Austria se encuentran en un nivel alto, sobre todo la cooperación educativa y cultural. La mejor muestra de que la relación bilateral vive un buen momento es la declaración de Sabine Haag, directora del Museo de Historia del Arte de Viena, en el sentido de que se estudia el préstamo del penacho del México antiguo a nuestro país.

¿La relación sólo se basa en el penacho?

El vínculo México-Austria va mucho más allá. Es una relación variada y fructífera. Nos identificamos y tratamos como lo que somos, potencias culturales. Van ejemplos exitosos del intercambio cultural: la primera mujer en recibirse como directora de orquesta del Mozarteum de Salzburgo fue una mexicana, la extrañada Isabel Mayagoitia (†), tan talentosa que la Universidad de Múnich le creó su propia orquesta; el gran tenor internacional Francisco Araiza hizo carrera en varias instituciones operísticas austriacas; está Ramón Vargas, nombrado Kammersänger de la Ópera de Viena, por tanto una de las voces representativas de esa casa. Y también Rolando Villazón, nieto de austriaco, cuyos conciertos reciben en Austria la misma atención mediática que el espectáculo de una estrella pop. Las exitosas muestras de la colección Jumex en 2009 y de Frida Kahlo en 2010 en museos emblemáticos de Viena son otra evidencia.

Para la vida cultural del país ¿qué representa el préstamo del penacho?

Representaría un logro memorable, resultado de un gran proyecto de colaboración entre dos naciones para compartir un bien museográfico, como expuso hace unos días a este diario el embajador Joel Hernández.

La negociación ya lleva muchos años: ¿México está haciendo bien su papel? ¿Qué razones ha dado Austria para impedir el retorno del penacho a México? ¿Por qué México no solicitó la devolución permanente del objeto?

La mejor solución que han encontrado México y Austria después de años de negociaciones es identificar al penacho como herencia común. Lo que subrayan la SRE y el INAH es que México no solicita la propiedad de la pieza. Esto ha permitido una reacción positiva de la parte austriaca, interesada en que los mexicanos puedan apreciar un objeto de cuantioso valor etnográfico y simbólico resguardado en Viena. Hay que reconocer que Austria está operando con nueva voluntad política. México ha hecho bien en favorecer esa actitud y obrar en sintonía. Gracias a ello existe una comisión binacional de expertos que analizan la factibilidad del traslado del penacho.

¿Austria le da importancia a los grupos indígenas

? Una de las cuestiones de fondo es que la etnología europea ha cambiado, ha perdido una perspectiva colonial y exotista, como la tenía cuando se formaron las grandes colecciones etnográficas y "folclóricas" entre los siglos XVI y XX. Austria no es lo que era hace veinte, treinta años. Su población actual y su cultura contemporánea son crisol de muchas civilizaciones. Es un país, para bien, creo, muy globalizado. En un par de distritos vieneses se hablan 40 lenguas. Se estudia más español que francés en las secundarias vienesas. En consecuencia, se entiende que el Museo Etnológico de Viena, donde por cierto está muy bien cuidado el Penacho, (incluso ha estado fuera de exhibición por más de tres años para su óptimo mantenimiento), abra la posibilidad de compartir un legado de las culturas indígenas mexicanas que nos es común.

¿Los austriacos en verdad están interesados en la carroza de Maximiliano que se encuentra en Chapultepec?

La Dra. Haag ha dicho que, de realizarse el préstamo recíproco, la carroza sería llevada al Salón de Carruajes del Palacio de Schönbrunn, el mayor recinto museográfico del imperio austrohúngaro. Eso da una idea de la importancia que tiene para los austriacos. Personalmente siento que el préstamo del carruaje ayudaría a recordar que México formó parte fugazmente del gran mito habsbúrguico; acaso en menor medida, sería también un gesto de reconocimiento a la obra cultural de Maximiliano en México, que ya viene siendo hora de considerarla parte legítima de nuestro patrimonio liberal.

¿Cree que sí se logre el préstamo?

Estamos en un buen momento para ello.