Biografía desmitifica a Gala, esposa de Dalí

Biografía desmitifica a Gala, esposa de Dalí
Por:
  • carlos_olivares_baro

La novelista, periodista y traductora checo-española Monika Zgustova (Praga, Chequia, 1957) estuvo de visita en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara para presentar su más reciente libro: La Intrusa. Retrato íntimo de Gala Dalí (Galaxia Gutenberg, 2018). Narración sobre la vida de Gala Éluard Dalí, que revela a una mujer de pasiones excedidas y, asimismo, reservadas.

Más que la musa y amante disipada del poeta Paul Éluard y de los pintores Max Ernst y Salvador Dalí, Zgustova nos presenta a la cómplice colaboradora, y hasta consejera, que los apuntalaría como grandes creadores. La escritora checo-española parece ser concluyente al legitimar que, a través de Gala y con Gala, llegaron a ser lo que fueron: tres figuras medulares de la literatura y el arte del siglo XX.

“He querido presentar a la otra Gala. Después de leer tantas cosas negativas y polémicas sobre ella, decidí investigar. Me preguntaba: ¿dónde está el misterio de que tres grandes artistas se hayan dejado llevar por esta mujer que fue decisiva en su labor creativa? Algo debió tener para que ellos sucumbieran ante ella y se dejaran influenciar por sus acciones y gestos. Me dije, hay que explorar y buscar las motivaciones, las cosas no podían ser tan simples”, declaró en entrevista con La Razón la autora de la aclamada biografía novelada de Svetlana Alílúyeva, hija del dictador soviético Stalin: Las Rosas de Stalin (2014).

¿Una aventurada investigación? Revisé archivos, cartas, relatos de amigos que la conocieron... Apuntes y escritos de Gala; estuve en los lugares donde vivió sus últimos años en España. Mi objetivo era encontrar pruebas de la otra

Gala que me obsesionaba.

Presenta usted elementos poco conocidos: relación con su padre adoptivo y la amistad, durante su adolescencia, con la poeta Marina Tsvetáieva. ¿Cómo dio con esos detalles? Fue muy importante esa relación con su padre adoptivo y también su amistad adolescente con la poeta Tsvetáieva y la prima de ésta, Asia. Son detalles en que vemos a una Gala en formación. Poco sabíamos de ese padre adoptivo, con quien tuvo, más que todo, una relación de amistad.

¿Mirada novelística más que biográfica? Me interesa indagar en los detalles, esos pequeños actos que definen la vida de una persona. Me valgo de la ficción, por ejemplo, cuando relato el encuentro de Gala con Éluard en el sanatorio donde ambos se curaban de la tuberculosis. Me gusta meterme adentro de mis personajes, así lo hice con la hija de Stalin, así lo hice con las mujeres de Vestidas para un baile en la nieve. No escribo estrictamente biografías, sino más bien ‘vidas noveladas’, ficcionadas o quizás fabuladas desde las circunstancias de sus verdades.

Triángulo conformado por Éluard, Ernst y Dalí. ¿Fue Dalí el vértice más significativo en la vida de Gala? Tres hombres concluyentes en su vida; y ella, asimismo, fue una mujer determinante en la vida de los tres. Éluard la amó siempre con fervor, con él tuvo una hija: Cécile; Max Ernst fue, me atrevo a decir, una pausa en que el deseo se interpuso; pero, Dalí fue el amor de la madurez, me parece el de más compromiso de colaboración artística. El pintor español se entregó a ella y la respetaba mucho, la idolatraba: sigue siendo la más inquietante relación sentimental y artística del arte del siglo XX.

¿Por qué el título de La intrusa? Gala siempre lo fue. Tiene una relación escandalosa con Dalí lo cual no es bien visto por la familia del pintor; los surrealistas no la soportaban: Breton la desprecia después de que fuera su musa. La soledad fue su gran refugio. Intrusa en el entorno familiar del padre adoptivo. Ella optó por mantenerse en la sombra: daba una imagen de mujer calculadora, engreída, ególatra y poco sociable.