Exposición en Bellas Artes

Damián Ortega muestra 30 años de críticas mordaces

En la exhibición Pico y elote, el artista reúne 82 obras en las que alude al trabajo y a la mitología; resignifica objetos cotidianos como un coche, el maíz y herramientas

Damián Ortega posa en una de sus obras, ayer en Bellas Artes.
Damián Ortega posa en una de sus obras, ayer en Bellas Artes.Foto: Cuartoscuro
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El artista contemporáneo Damián Ortega (Ciudad de México, 1967) arriba por primera vez al Palacio de Bellas Artes con la muestra retrospectiva Pico y elote, en la que reúne 30 años de críticas mordaces y resignificar objetos de la vida cotidiana: masa de maíz, un vocho, una pulsera, botellas de refrescos rotas o cemento.

La exposición se conforma de 82 obras y no se presenta de manera cronológica, sino que parte de dos piezas Pico cansado (1997) y El elote clasificado (2005), que sirven para dividir dos grandes temas que han sido recurrentes en el artista, por una parte, lo relacionado con la industria, el trabajo y la fuerza laboral; y por otro, lo mitológico, lo orgánico y cultural, explicó ayer Damián Ortega, después de un recorrido por la exhibición, la primera de este tipo en Latinoamérica, que se inaugura hoy, después de haberse mostrado en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey.

En las piezas que presenta, destacó, está la provocación de una risa, pero que invita a reflexionar y profundizar sobre cuestiones como, la manera en que se le da un valor a las personas a partir de lo que producen laboralmente.

Controller of the Universe (2007), de Damián Ortega.
Controller of the Universe (2007), de Damián Ortega.

“Hay gente que ha dicho que el humor es cosa seria, me gusta eso, no siempre es una carcajada lo que se busca, sino una risa más mordaz, más maliciosa. Una de las obras más significativas, en ese caso, es un pico que se utiliza siempre para la construcción, una herramienta de mucha potencia a la que le doy un carácter más frágil, más fatigado, se convierte en otra cosa”, comentó Damián Ortega, quien es uno de los máximos exponentes mexicanos del arte contemporáneo en la actualidad y representado por la galería Kurimanzutto.

Bajo la curaduría de José Esparza Chong Cuy, la muestra reúne instalaciones, esculturas, fotografías, películas y tejidos, concebidos desde la década de los años 90 hasta la actualidad. Destacan, por ejemplo, la emblemática Cosmic thing, 2002, creada a partir de un Volkswagen desmantelado y que se expone suspendido, como si se tratara de un fósil que está en la sala de un museo. En esta ocasión se complementa con la arquitectura del Palacio de Bellas Artes.

“Es parte del paisaje cotidiano, es una pieza que ha roto mucho los límites del mundo del arte por la gente que se siente atraída por la historia del coche”, resaltó Ortega, durante el recorrido. El vehículo formó parte de la identidad y vida familiar del país, incluso en nuestros tiempos existe “Vocholandia”, en Cuautepec, un barrio de la Ciudad de México, donde es parte esencial de la vida de este lugar.

Otra de las instalaciones que conforman la exhibición.
Otra de las instalaciones que conforman la exhibición.

También se encuentra la instalación Controller of the Universe, 2007, gestada a partir de diversas herramientas, como picos, pinzas, hachas y serruchos; y Módulo de construcción con tortillas, 1998, ideada a partir de uno de los principales alimentos de México. Obra que, de acuerdo con Anne Lawrence Guyon, produce una tensión “fuerte pero divertida, entre la fragilidad y la longevidad”.

Para Ortega ha sido “reinventar una molécula a partir de una tortilla tostada, hacer este ensamble y quitarnos prejuicios de lo que tendrían que ser las cosas”, compartió.

En la exhibición, abierta hasta el 30 de junio, el público será testigo de la capacidad creativa de Ortega para resignificar lo que encuentra en espacios de la vida cotidiana, movimiento que tal como lo compartió, comenzaron varios artistas a raíz de una necesidad económica al ser tan costoso concebir una pintura y se ha vuelto una fuente inagotable de creación artística.

“Una costumbre en México es ese juego de revalorar o resignificar las cosas, por eso creo que sigue teniendo esa vigencia, mientras haya recursos habrá un ready made”, subrayó Damián Ortega. 

Cosmic thing (2002), una de las piezas icónicas del artista.
Cosmic thing (2002), una de las piezas icónicas del artista.