Fotógrafo da rostro a las víctimas de la guerra en Colombia

En Querétaro, enviado

Poco antes de que el fotoperiodista colombiano Jesús Abad Colorado, quien ha dedicado 27 años de su vida a registrar el conflicto armado de su país, iniciara el rodaje del documental El testigo: Caín y Abel, su padre falleció. Él fue quien lo alentó a enfocar su trabajo para generar conciencia: “él perdió su tierra, la vida de sus padres, un hermano y un sobrino, por ello quería apostarle a la construcción de la paz”.

[caption id="attachment_1001916" align="alignnone" width="2144"] Ésta es una de las imágenes captadas por Jesús Abad Colorado. Foto: Jesús Abad Colorado[/caption]

Ese hecho se sumó a las señales que le hicieron acceder a la propuesta de la cineasta británica Kate Hornes —siendo las otras haber cumplido 50 años de vida y 25 documentando la guerra— para contar su historia. “Mis padres siempre me enseñaron a caminar con solidaridad y respeto por la gente de mi país, y pensé que sería bonito que alguien con un trabajo como el de ella se enfocara en mi labor y sentimiento de caminar en un país en donde lo importante no es la noticia sino la vida de nuestra gente”, señaló.

De visita en México como uno de los invitados a la cuarta edición del Hay Festival, en Querétaro, que ayer concluyó, Abad Colorado expresó a La Razón la importancia de que los periodistas realicen su trabajo con humanidad y ánimos de generar una reflexión que detone un cambio en la sociedad.

"Cada movimiento y viaje mío es hacia los mismos lugares que conocí hace décadas, y es así porque en ellos dejé grandes amigos, hombres y mujeres que son campesinos, negros, indígenas que viven en regiones apartadas de las ciudades, las cuales visito para contar sus vidas, no sus muertos”

¿Cuál es la labor del fotodocumentalista? Uno trabaja contra el olvido, buscando generar reflexiones para que no se ignoren esas violencias que hemos vivido. Para mí, la fotografía ha sido una forma de dejar memoria: yo hago imágenes sencillas, contando la historia de gente sencilla. Aprendí a escribir la historia de mi sociedad con imágenes dignas que hablan de humanidad y de la historia de una nación como la colombiana que lleva muchas décadas en guerra.

¿Qué buscas destacar del conflicto? Uno no está buscando el ángulo perverso, sino a los sobrevivientes, en los que uno encuentra el rostro que fue humillado y de aquella sociedad que quiere vivir en paz, que el ruido de las botas y los fusiles no los persigue.

¿Cómo mantenerse firme ante los horrores del conflicto? Es duro, pero tienes que tener tu vida. He visto 79 muertos por una bomba de la guerrilla, niños asesinados por el ejército colombiano… Y cuando asesinan al líder de una comunidad —como hace cuatro meses sucedió con Aquileo Mecheche— y después miras los rostros de su gente, comprendes todo lo que estamos perdiendo como sociedad. La muerte de una maestra, de un médico tradicional o un dirigente comunal no sólo es una tragedia para su pueblo, pues esos hombres y mujeres que luchan son faros para una sociedad que necesita transformarse.

¿Cómo empatizas con tus retratados? El hecho de que llegue a un lugar tan apartado y poniendo en riesgo mi propia vida es algo que la gente valora, ellos saben cuando uno va buscando una nota, lo cual no les importa porque en esas comunidades ni llegan los periódicos. Saben que voy a mirarlos con dignidad y con humanidad pues comparto con ellos el mismo techo y que no pongo mi cámara por encima de ellos. Cuando saben que tú realmente estás ahí, permiten que hagas el testimonio.

¿La labor periodística puede lograr un cambio? Si los periodistas trabajáramos con mayor humanidad y si lográramos permear a través de la misma educación, se podrían generar cambios que sólo se forjan de manera generacional. Afortunadamente hoy muchos jóvenes están preocupados por temas, como el medio ambiente, que a nosotros no nos importaron. Cuando veo el documental entiendo que este ejercicio de 27 años ha valido la pena en la medida en la que empiece a generar cambios y conciencia frente a esa guerra que no quisimos mirar y que no nos permitió ver que, cuando el otro huye o pierde, todas nuestras vidas están en juego.

Jesús Abad Colorado

Nacimiento: 22 de junio de 1967, en Medellín, Colombia

Profesión: Fotoperiodista

Educación: Comunicaciones, Universidad de Antioquia

Galardones: Premio Simón Bolívar de Periodismo, Caritas de Suiza y CPJ International Press Freedom Awards

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