Publica Sacrificios humanos

Hemos sido violentadas en las sombras siempre: Ampuero

La autora retrata el rostro hostil de la violencia en contra de las mujeres; “intento que en cada cuento se reconozca a todas aquellas olvidadas por un sistema político patriarcal”, afirma

María Fernanda Ampuero, Escritora
María Fernanda Ampuero, EscritoraFoto: especial
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María Fernanda Ampuero (Guayaquil, Ecuador, 1976) ha publicado dos libros de crónicas: Lo que aprendí en la peluquería y Permiso de residencia. En 2016 ganó el Premio Eñe de Relato. Su primer cuaderno de cuentos, Pelea de gallos (2018), recibió el elogio unánime de la crítica especializada y la total aprobación de los lectores. Obra traducida a distintas lenguas, que la ubican como una de las voces imprescindibles de la literatura latinoamericana actual.

Sacrificios humanos (Páginas de Espuma, 2021), segundo cuentario de Ampuero en que las temáticas de migración, violencia, hambre, horror y muerte se anclan en los ojos del lector como clamores estrepitosos provenientes de espacios cotidianos. Repaso por los atroces intersticios de las inestabilidades de una sociedad de resquebrajaduras purulentas y ácimos entornos escoltados por el odio, el abuso y la impunidad.

“Las mujeres desesperadas somos la carne de la molienda”, dice la protagonista de una de las doce historias en que “mujeres rotas y violentadas, y hombres desesperados y hundidos. Monstruos sensibles que se friccionan, viven y matan impulsados por el poder incontestable de saberse a la vez víctimas y verdugos”, precisa Antonio Ortuño. Sí, ‘expiaciones humanas’ en los lindes de un amarradero de acuciante sobresalto que carcome a los marginales y los conmina al silencio para que la ilegalidad apuntale sus horcones.

“Los cuerpos de las mujeres, el gran tema que se despliega por todo el libro. El cuerpo femenino como espacio donde el varón planta su insignia. Los cuerpos de las mujeres como espacio de usurpación. La violencia aparece de forma reiterativa en todas estas historias con el propósito de lastimar esos cuerpos. Mi escritura es un testimonio de resistencia, no de rendición”, expresó en entrevista con La Razón María Fernanda Ampuero, ganadora del XLIII Premio Tigre Juan 2021 por Sacrificios humanos.

Mi escritura es muy comprometida con los reclamos feministas. Mi objetivo se centra en mostrar el horror desde un riguroso trabajo lingüístico

María Fernanda Ampuero
Escritora

¿Cuentos descarnados, impetuosos, punzantes. ¿La crudeza como hilo conductor? Las historias que se despliegan llevan a los lectores a los extremos, desde resonancias atroces, era necesario hacerlo para que las atmósferas tuvieran sentido. No es un libro complaciente, lo sé. Soy una intermediaria de los alaridos de las mujeres que habitan los espacios de estas fabulaciones. Esos gritos deben escucharse y asimismo, la rabia que me acecha ante tantas impunidades reales. No hay un intento de denuncia, sino la urgencia de exponer los trances de esas vidas truncadas por la hostilidad.

¿El mundo, espacio hostil para las mujeres? La discordancia del mundo en contra de las mujeres, históricamente es grandiosa. Hemos sido violentadas en las sombras desde siempre. Intento que en cada cuento se reconozca alegóricamente a todas aquellas olvidadas por un sistema político patriarcal; ésas que crecen al margen y nadie las recuerda cuando desaparecen o cuando son asesinadas.

¿Realismo que hace guiño a lo fantástico? Huellas de Borges, Horacio Quiroga y Cortázar. Los autores del boom y por supuesto, los índices del realismo mágico. Reconozco mi apego al cine de terror: aprendí a narrar desde ese ámbito donde veo elementos que permiten entrever otros entornos.

¿Narraciones ancladas en un feminismo militante, radical? Lo asumo, mi escritura es muy comprometida con los reclamos feministas; pero, en los espacios de lo literario. Mi objetivo se centra en mostrar el horror desde las perspectivas de un riguroso trabajo lingüístico. Quizás mis lecturas de Clarice Lispector, Mary Shelley, Carson McCullers o de Angela Carter me conminaron a hacerlo.

¿Se identifica usted dentro del grupo de escritoras que están revolucionando la narrativa latinoamericana? Totalmente. Cito a Mariana Enríquez, la mejor escritora de terror actual; Mónica Ojeda, mi compatriota, a quien admiro incondicionalmente: Nefando es un libro impactante. También a Samanta Schweblin, y a Fernanda Melchor: la lectura de Páradais me fascinó. 

“Biografía”

—¿Sabes de qué se alimentan mis perritos? De putas extranjeras como tú.

Véame, véame. Me pongo de pie a una velocidad imposible, retroceso hasta quedar pegada a la pared, me cubro la cara con las manos, me muerdo el puño para que no salga el grito que me ensordece por dentro. El rayo blanco del terror me atraviesa entero. El corazón, como un loco peligroso, se estrella contra las paredes. Gimo, pido por favor, por favor, por favor. Digo que tengo una hija, Alberto, por piedad.

—Siéntate ahora mismo, pedazo de zorra, claro que tienes hijos, todas ustedes paren como marranas, tenéis tantos hijos que pronto no quedará nadie con la sangre limpia en este puto mundo. Os mataremos a todas.

Fragmento del cuento “Biografía”, tomado de Sacrificios humanos.