Liliana Blum entrega 10 relatos donde convergen la violencia y la desolación

La jefa de Prensa de la distribuidora de libros Colofón, Pilar Irastorza, me presentó a la narradora Liliana Blum (Durango, México, 1974): la miré con curiosidad, quizás, impertinente. Nos saludamos. Rápidamente vinieron a mi cabeza algunas escenas escabrosas de sus novelas Pandora (2015) y El monstruo pentápodo (2017/2019). ¿Cómo una señora que parece incapaz de romper un plato, puede escribir sobre asuntos tan aterradores? Conversamos unos minutos. Me llamó la atención la delicadeza de sus gestos. Le recordé de nuestra próxima conversación por su libro de cuentos Tristeza de los cítricos (Páginas de Espuma, 2019): “Claro, mañana nos vemos”, me dijo.

Llegué puntual a la cita con la narradora duranguense: ya me esperaba. No pude aguantarme, me salió natural, espontáneo: ¿Cómo es posible que usted sea la autora de esas dos novelas, Pandora y El monstruo Pentápodo, que uno lee con pavor? “Siempre hay alguien, en las presentaciones de libros, en mis viajes de promoción, que me pregunta lo mismo. No olvido la vez que un periodista, me soltó a boca de jarro: ‘¿Con esa carita, cómo escribes cosas tan feas?’; no te preocupes ya estoy acostumbrada”.

Tristeza de los cítricos: diez ficciones que merodean los entornos de exacerbación que asolan al país. Violencia orgánica, social, íntima y familiar. Historias diversas pobladas de personajes abrumados por los pasmos de la incertidumbre, miedo, desasosiego, azoramientos y durezas. Turbaciones quebradas muchas veces, por oscuros designios y situaciones extremas.

“La violencia es un asunto muy complejo. Convergen muchos elementos. En estos cuentos hay hechos de violencias explícitas, y otros que refieren ejercicios sutiles de violencia de una manera encubierta. Mi infancia tuvo que ver con un padre impulsivo, de ahí nacen estos personajes desolados. El miedo y la soledad me arroparon desde niña. No pretendo presentar episodios autobiográficos, sino evocar la violencia que sobrellevé”, manifestó en entrevista con La Razón, Liliana Blum.

Liliana Blum

Profesión: Narradora

Estudios: Literatura Comparada

en la Universidad de Kansas y

maestría en Educación en el ITESM

Trayectoria: Ganadora del The Million Writers Award, por publicar una de las mejores historias durante 2005 en Internet; Mención Honorífica en el Segundo Concurso de El Crimen; Primer lugar en el Segundo Certamen Regional de Minicuentos y Premio Nacional de Cuento Mérida Beatriz Espejo, en 2005, por mencionar algunos

Pero, hay otras intenciones en sus textos: ¿explorar las motivaciones de los oscuros actos del ser humano, por ejemplo? Soy muy observadora: me interesa rastrear el universo de las circunstancias evidentes que rodean a lo humano; pero, más que todo me gusta inquirir acerca de las incitaciones subyacentes en el comportamiento humano. ¿Por qué uno hace lo que hace? ¿Por qué una mujer justifica las golpizas del marido? ¿Por qué la infidelidad?

“Soy muy observadora: me interesa rastrear el universo de las circunstancias evidentes que rodean a lo humano; pero, más que todo me gusta inquirir acerca de las incitaciones subyacentes en el comportamiento humano”

Liliana Blum / Narradora

¿La incomunicación de los personajes? Sí, la dificultad de los seres humanos para relacionarse con otros. El mundo está lleno de solitarios.

Sus personajes no ocultan el lado sombrío de sus actos... Es muy complejo. ¿Qué sabemos del vecino que sale todas las mañanas, impecablemente vestido camino a su trabajo? Los deseos más oscuros que tenemos, a veces, permanecen escondidos; pero, otras veces emergen. Son preguntas que me hago cuando escribo y hago el boceto de los personajes.

Sorprende su prosa limpia, cordial, impecable para tratar estos fragosos asuntos... El lenguaje es la herramienta de la literatura: lo cuido y soy muy escrupulosa en cada fragmento que escribo.

¿El cuento o la novela? Antes de publicar mi primera novela ya tenía editados siete cuadernos de cuentos. La narración breve, por la economía del lenguaje y la cohesión narrativa, ayuda a la progresión del impacto en el lector. La novela se rige por otras leyes.

La han comparado con Patricia Highsmith. ¿Está usted de acuerdo? Es un honor la igualación. Sigo escribiendo, es en realidad lo que más me interesa.

“Una novia para Kafka” / Por Liliana Blum

LA LUZ ENTRA POR LA VENTANA como una resbaladiza por la que bajan miles de partículas de polvo hasta mi cama. Traspasan mi piel, se meten en mi cuerpo, viajan por mis venas. Los olores se transforman, van de la tierra mojada a carne descompuesta. Ellos me enseñan los prejuicios de los sentidos: un olor es un olor. Mi cerebro se abre a todo: soy un receptáculo. Cierro los ojos y ya están allí. Rojos, retorcidos, sangrantes, mostrando los colmillos. Me amenazan y palpitan detrás de mis párpados dictándome órdenes. Son ellos. Hoy me piden que la encuentre [...]

Fragmento del libro.

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