Ofrece un sugerente recorrido literario por el cuerpo humano

El narrador, cronista y poeta Andrés Neuman (Buenos Aires, 1977) —reconocido con varios galardones literarios internacionales entre los cuales destacan el Premio Alfaguara de Novela 2009 y el Premio de la Crítica 2010 por El viajero del siglo— publica Anatomía sensible (Páginas de Espuma, 2023) integrado por treinta textos que hacen un sugerente recorrido por el cuerpo humano, que va del “equipaje del pecho” a la “boca centinela”, del “párpado proyector” al “panfleto de la nalga” hasta desembocar en el “hombro interrogante” y en las “ocupaciones del ombligo”, entre otras ascensiones orgánicas.

Inventario que se adentra en las ensenadas anatómicas que nos definen. Aquí no es bienvenido el retoque del Photoshop ni la cirugía ni el maquillaje: fragmentaciones para releer nuestra fisiología y saber que muchas veces el brillo del espejo nos engaña. En estos días donde el cuerpo acapara la atención en la búsqueda de la perfección atlética, el autor de La vida en las ventanas apela a la intertextualidad, la ironía y lo poético para cuestionar la concepción de belleza instaurada en la modernidad.

“Este libro se fundamenta porque vivimos en la simulación: veamos las fotografías de las personas en las redes sociales, lo que vemos no revela la identidad del fotografiado. Los filtros del Photoshop y también los filtros ideológicos nos hacen percibir fingimientos. Y como secuela podemos afirmar que tampoco los cuerpos son perfectos: muchas cicatrices se convierten en respuestas. He conformado una bitácora heterodoxa del tema a partir de las imperfecciones y las disyuntivas de lo corporal”, expresó en entrevista con La Razón Andrés Neuman.

¿Cada texto desgrana características de órganos del cuerpo? El cabello, la vagina, el pene, el brazo, el ano, el ojo y la boca entre otros órganos o miembros corporales imbuidos en intertextualidades que dialogan con la ironía; me interesaba cuestionar dogmas, credos y prejuicios, los cuales han sido baluartes por generaciones en menosprecio de nuestro cuerpo al relegar su verdadera identidad y traza.

¿El humor, arma para elucidar el falso ideal de belleza impuesto por la modernidad? Hoy, el cuidado que se le presta al cuerpo ha alcanzado espacios considerables que están regidos por arbitrios que más que independizar son formas de sometimientos.

¿Texto que coquetea con el aforismo, el ensayo, la poesía y lo narrativo? Es algo presente en todos mis libros, los géneros se evidencian de acuerdo a la exigencia temática. Asumo el trasfondo poético de los textos, la cadencia propia de la especulación ensayística, el sentido proverbial y sentencioso de algunas frases y el ánimo narrativo.

¿Subversiva y ‘quevediana’ la propuesta de “Panfleto de la nalga”? Es quizás el texto más paródico del libro en el propósito de entretejer lo sublime con intertextualidades, humor y hasta de confidencia y reclamación: “La austeridad física es otro imperialismo, el capital engorda adelgazándonos. Combatamos la opresión de la curva trabajadora. Nalgones del mundo, uníos”. Sí, el humor subversivo como en elemento liberador.

¿Libro que es a su vez un cuerpo? Mejor afirmo que el cuerpo está escrito en las páginas de este libro: folios infundidos por el deseo. Los límites del cuerpo nos conminan a buscar el contacto con otros cuerpos. Escribí estos textos bajo el sentido de que pensar y dilucidar nuestra anatomía es como irradiarla a otras anatomías ajenas: variadas formas de identidades existentes.  

Panfleto de la nalga (fragmento)
Andrés Neuman

Las nalgas dominan el arte de la última palabra: cuando alguien se va, ellas concluyen. Son una fiesta que omite a sus anfitriones.

La claridad de las nalgas emana de su condición fantasmagórica. En efecto, atraparlas no parece compatible con mirarse a los ojos. / Cabe en este sentido destacar la valiosa aportación de los trajes de baño, que subrayan con sus marcas nuestro mestizaje. /La textura es a la nalga lo que la connotación al vocablo. / Si una flor se deshoja, una nalga se va despojando.

Poetas, activistas y peatones levantan al unísono su voz: sin exceso no hay bellezas ni verdades. Merecemos la carne de la realidad. Por eso protestamos ante la disminución impuesta por la alta costura, la más baja de todas. La austeridad física es otro imperialismo, el capital engorda adelgazándonos. Combatamos la opresión de la curva trabajadora. Nalgones del mundo, uníos.