Feria del Libro de León 2021 

Reflexionan sobre desafíos del periodismo cultural de hoy

Leila Guerreiro, Liz Perales y Julia Santibáñez señalan la importancia de la creatividad; la autora de Sonetos y son quince comparte que se ha buscado un equilibrio en la información

Julia Santibáñez (izq.), Leila Guerreiro (der.)
Julia Santibáñez (izq.), Leila Guerreiro (der.)Fotos: Especial
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Creatividad, balance entre información de la pandemia y temas estrictamente culturales, así como las nuevas maneras de trabajo, fue parte de lo que Leila Guerreiro (Argentina) —colaboradora de El País, Gatopardo—, Liz Perales (España) —crítica teatral de El Cultural del periódico El Mundo de España— y Julia Santibáñez (México) —editora del suplemento El Cultural de La Razón de México—, reflexionaron en la mesa virtual dedicada a analizar los retos en el periodismo cultural, a raíz de la pandemia.

A partir de la pregunta: ¿cómo contar ahora y acercarse a la oferta cultural? las especialistas abordaron las repercusiones de la pandemia en la generación de análisis de las actividades culturales (literatura, teatro, música, cine, artes plásticas, danza, ópera…), como parte del Encuentro virtual de periodismo cultural Re-ordenar un futuro, de la edición 32 de la Feria Nacional del Libro de León, Guanajuato.

Debate moderado por el promotor cultural Juan Manuel García, quien inició las deliberaciones invitando la Leila Guerreiro que comentara sus operaciones en el contexto de las metamorfosis de su trabajo como entrevistadora durante estos meses de crisis sanitaria. La autora de Plano americano consideró que el impacto se ha resentido más en aquellos periodistas que escriben notas sobre determinado hecho cultural, el cual al no existir, no se puede analizar de manera crítica.

“No he podido concretar ningún proyecto. Me gusta entrevistar cara a cara: me interesan los gestos, las miradas: la puesta artificial del Zoom no lo permite. La pandemia me obliga a escribir sólo de la pandemia.

“Me preocupa lo que va a pasar en el futuro inmediato. La imaginación ha sido mi salvación. La gente tiene temor de recibir a un periodista en su casa: cómo contextualizar mi trabajo de entrevistadora, actividad clave en mi contacto con escritores, artistas, músicos. El impacto se va a resentir, todo no será igual”, subrayó la autora del celebrado libro de crónicas Los suicidas del fin del mundo.

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.Gráfico: La Razón de México

Por su parte, la crítica de teatro Liz Perales expresó su ansiedad por la desaparición de la crónica y la reseña de espectáculos teatrales. “El teatro sin público no existe. No creo en los espectáculos vía streaming, me parecen falsos”, aseveró.

Lamentó como la pandemia trajo consigo la exhibición en plataformas digitales de comedias banales bajo el pretexto de que la gente tenía necesidad de reírse y divertirse frente a la tragedia. “Los únicos beneficiados con todo esto son los dueños de esos espacios digitales, las grandes tecnologías han sido las ganadoras”, enfatizó.

“Me indigesté del Zoom; pensé que el encierro en casa iba a ser productivo: pero, no, ha sido terrible, no he podido concentrarme: los medios de comunicación repiten las cifras trágicas de muertos, todo se centra en eso. No hay actualidad sin otro tema que no sea el de la presencia de la crisis sanitaria de todos estos meses. Tendremos que regresar a una suerte de periodismo primitivo, recurrir al pasado. Necesitamos, ahora que se van abriendo espacios, retomar el espíritu del análisis riguroso de los conciertos y puestas escénicas. Lo confieso: estoy harta de lo digital”, abundó la vocal de la Junta Directiva de la Academia de las Artes Escénicas de España, directora de la revista Artescénica y jefa de la sección teatral del suplemento El Cultural del periódico El Mundo.

El moderador pidió a Julia Santibáñez que compartiera la experiencia de cómo el suplemento El Cultural de este diario ha enfrentado los embates de la pandemia.

La autora de Sonetos y son quince explicó el hecho de la percepción de un lapso breve de la crisis, pero al ver la prolongación de la misma y los impactos en el medio cultural se tomaron decisiones para mantener la calidad de El Cultural: “Tuvimos suerte, no perdimos páginas, seguimos con los 12 folios iniciales, cuestión que nos permitió continuar desplegando una cobertura de análisis informativo cultural de coyuntura en medio de la crisis”, dijo.

“En estos meses hemos insistido en encontrar un equilibrio entre los temas de la pandemia y tópicos ajenos a esa problemática con la presencia de ensayistas de primer nivel, cronistas y columnistas, quienes entregan textos puntuales que abordan ángulos de la ciencia, la salud, la literatura, la música, la poesía, el cine, el teatro en el registro de una diversidad de voces ya muy interesantes para los lectores. Hemos enfrentado la cancelación de festivales culturales de ferias del libro en medio de la hegemonía de Netflix”, pormenorizó Santibáñez.

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.Gráfico: La Razón de México

Asimismo, especificó, desde su juicio por la participación en la televisión cultural, la afectación por recortes de presupuesto de algunos proyectos de Canal 22 y TVUNAM. “Todo eso ha derivado en la búsqueda de la creatividad de quienes hacemos televisión cultural”, detalló.

Las exponentes coincidieron en que el periodismo cultural tiene un reto, el de sobrevivir. “El tiempo, vector decisivo en los corolarios de esta tragedia. Ya veremos cómo la práctica de un periodismo cultural intenso, creativo y genuino renacerá de todo esto”, concluyó Leila Guerreiro.