Sergio Pérez Torres aborda en cuentos la poética de la muerte

Sergio Pérez Torres (Monterrey, 1986), poeta de trayectoria reconocida avalada por varios Premios (Concurso de Literatura Joven Universitaria, 2009; Juegos Florales del Carnaval de La Paz, 2016; Nacional de Poesía Carmen Alardín, 2017...): ahora entrega Los arcoíris negros (Editorial De Otro Tipo, 2020): cuarenta y tres viñetas que abordan poéticamente la presencia de la muerte.

Colección de relatos donde voces imbuidas en frondas sombrías celebran, sin embargo, las exaltaciones de la vida. Empalme de Eros y Tanatos: bosquejo que devela la flaqueza de la condición humana. Pérez Torres subraya cómo el hombre enfrenta la brevedad de su existencia a través de episodios inquietantes de un protagonista que merodea por rutas delineadas en los asombros.

El lector tiene en sus manos un inquietante artefacto narrativo con guiños a Poe, Baudelaire, Blake, Rilke, Lovecraft, Quiroga y Villaurrutia. “A veces espero que la muerte venga”, dice el protagonista en una de las viñetas. “He escrito estas historias desde una mirada irónica sobre la muerte y también para develar el vagabundeo de un personaje que va de la infancia a la adultez acechado por la presencia de lo sombrío. Un personaje acompañado por amores fugaces, suicidios, abortos y desamparos”, comentó en entrevista con La Razón Sergio Pérez Torres.

¿Breves historias que dialogan con la tonalidad del poema en prosa? No niego mi deuda con Baudelaire; sin embargo, en estos relatos hay una conjetura: la muerte es presencia irremediable.

¿Trazos de la crónica, el ensayo, la poesía y lo narrativo? Sí, es posible que se empalmen esas tonalidades. Narraciones que juegan con lo poético, especulaciones cercanas al ensayo y descripciones que apelan a relatar de manera progresiva.

¿Pudo haber sido una novela? Cada cuento podría ser el capítulo de una novela; pero, aquí lo importante está en que las historias dialogan entre sí. Un relato puede ser el eco de otro relato.

¿Por qué los cuentos no tienen títulos? Están especificados con números romanos. Hay una continuidad donde el mismo personaje muda de espacios y de tiempo.

¿Primera persona narrativa que se refugia por momento en las gradaciones de lo omnisciente? Es un narrador en fluctuaciones donde lo elíptico juega un papel muy significativo. Se entrecruza el Yo con la tercera persona narrativa, Él.

¿El amor como un acontecimiento de fugacidades? El protagonista se aventura por diferentes lances donde el amor está sujeto a sus caprichos, o mejor a los azares. Él está arropado por la decepción amorosa.

¿El cuento IX, retrato certero de Tijuana? Tijuana, el lugar donde las sirenas de patrullas y ambulancias le cantan a la muerte. Ese cuento es una breve crónica de los desbordes de una ciudad de exaltaciones constantes.