El patinador artístico estadounidense de origen mexicano, Jon Maravilla, evitó una tragedia que pudo costarle la vida luego de que no abordara el vuelo de American Airlines que se estrelló en Washington tras chocar con un helicóptero militar.
El deportista, que viajaba de regreso desde Kansas junto con otros patinadores, no pudo abordar el avión porque la aerolínea no permitió que su perro subiera debido a su tamaño.
Esta negativa lo obligó a cambiar sus planes y regresar por carretera, lo que, sin saberlo, lo mantuvo fuera de un accidente fatal.
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Maravilla relató su experiencia a la agencia Ria Novosti, explicando que todo ocurrió cuando el personal de la aerolínea le impidió subir al vuelo con su mascota.
“El agente del mostrador de facturación me dijo que mi perro era demasiado grande para cargarlo, y eso que era nuestro vuelo de regreso, así que decidimos ir en coche”, señaló el patinador.
El avión en el que debía viajar se estrelló
Horas después, el avión en el que debía viajar junto a sus compañeros se estrelló en el río Potomac, dejando varias víctimas fatales.
Según sus declaraciones, al menos 14 patinadores estaban a bordo, aunque prefirió no revelar sus nombres.
La Federación de Patinaje Artístico de los Estados Unidos confirmó la presencia de patinadores, entrenadores y familiares en la aeronave.
La mayoría regresaba de una jornada de entrenamiento para jóvenes talentos del patinaje que se llevó a cabo en Kansas, tras el campeonato nacional de la disciplina.
“Estamos devastados por esta tragedia indescriptible y llevamos a las familias de las víctimas muy cerca de nuestros corazones. Continuaremos monitoreando la situación y publicaremos más información a medida que esté disponible”, comunicó el organismo en una declaración oficial.
Medios rusos dieron a conocer más detalles
Además, medios rusos confirmaron que entre los pasajeros se encontraban los excampeones mundiales Evgenia Shishkova y Vadim Naumov, junto con su hijo, Maxim Naumov, quienes perdieron la vida en el accidente.
El caso de Jon Maravilla ha conmovido al mundo del patinaje y a la comunidad deportiva, pues su amor por su mascota lo llevó a evitar un trágico destino.
