Nueva serie de Amazon

S.O.Z: soldados o zombies una metáfora del narco en México

“Estamos peleando contra un monstruo de mil cabezas, matan a un capo y revive en otro”, dice Rigoberto Castañeda, director de la producción; la historia transcurre en la frontera

Actores, en la imagen de un cartel de la serie que se estrenó  el viernes pasado.
Actores, en la imagen de un cartel de la serie que se estrenó el viernes pasado.Foto: Amazon Prime
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La nueva serie de Amazon Prime S.O.Z: soldados o zombies presenta una metáfora del narco en México a través de la ficción: retrata la manera en que la lucha contra las drogas es como pelear con un “monstruo de mil cabezas”.

Un grupo de soldados se convierte en zombi tras el error en un experimento científico de Estados Unidos, lo cual dejará devastadoras consecuencias. Al tiempo que esto ocurre, el famoso capo de la droga Alonso Marroquín se escapa de una prisión mexicana para ocultarse en medio del desierto y así evitar su extradición.

creo que era hora de hacer algo novedoso, porque con el narco estamos peleando una batalla que es inganable, parece que estamos combatiendo zombis en la guerra contra las drogas; aparentemente cuando más gente muere peor se pone. Era retratar eso y simultáneamente hacer una serie del género entretenida y divertida para la audiencia…

Nico Entel
Creador y productor

“Es básicamente una nueva forma de ver el subgénero de las narcoseries, porque en realidad estamos peleando contra ese monstruo de mil cabezas que es el narcotráfico, de pronto matan a uno de los líderes, a un capo, y revive en otro, es básicamente como si fueran zombis, estamos literalizando lo que en verdad sucede en este universo del narco”, expresó en entrevista vía Zoom con La Razón, Rigoberto Castañeda, director de la producción, cuyo elenco es mayoritariamente latino.

Para Castañeda y Nico Entel, productor y creador de S.O.Z: soldados o zombies, era importante mostrar una mirada latina tanto de series sobre el narco como de producciones acerca de muertos vivientes.

“Después de que estas historias las hayan contado tantas veces por separado los gringos, era la hora de que nos apoderáramos de ellas, les pongamos un espejo y las narremos desde nuestro punto de vista, es un acto de justicia televisiva. Uno de los mensajes de la serie es que queda muy claro que el problema empieza con los estadounidenses”, remarcó Entel.

La historia se desarrolla en la frontera de México y Estados Unidos porque consideran que es un lugar donde los límites entre un país y otro se difuminan.

“Al final de cuentas compartimos un mismo territorio, por eso creo que es acertado haber hecho la serie en la frontera, ahí somos lo mismo, porque a los bichos, virus, bacterias y enfermedades no les importa esa división territorial, es un poco lo que está sucediendo con el coronavirus… El gran mensaje es ése, no somos diferentes, no hay barreras, no existe muro que nos separe, la verdad es que somos los mismos humanos, creo que es una linda moraleja de la serie”, destacó Castañeda.

Muertos vivientes al ataque. A diferencia de otras series del género, en la producción cada uno de los zombis tiene una personalidad específica. Se trató de presentar personajes complejos.

“Es lo interesante de esta serie, hay toda una disertación al respecto, biológicamente cómo son zombis, por qué son así, por qué se murieron y revivieron, cómo funcionan ahora internamente, no está tan literal como lo estoy diciendo, pero está intrínseco, es interesante cómo hay un escalón más arriba del género que estamos acostumbrados a ver”, resaltó el director de la producción.

Para Nico Entel fue importante no presentar personajes zombis y mexicanos unidimensionales.

“Creo que son muy ricos nuestros personajes. No nos preguntamos: si me matan y soy zombi, nazco de vuelta por qué no puedo tener la capacidad de aprender, de sentir. Tuvimos un montón de charlas con expertos, científicos y biólogos tratando de encontrarle lógica a este racionamiento y divertirnos. Es clave conocer a los personajes antes de que se conviertan en muertos vivientes”, afirmó.

Por ese motivo fue importante hacer dos castings para elegir a los actores que interpretarían a los zombis: tenían que ser buenos histriones, pero también contar con habilidades de un doble de riesgo para las escenas de acción.

“Fuimos diseñándolos poco a poco, trabajamos lo que es a nivel visual con ilustradores, hubo una labor física con los actores, los pusimos a entrenar en el gimnasio, que supieran cómo iban a ser estos zombis”, detalló Castañeda.

También fue crucial crear un propio lenguaje para estos muertos vivientes, así como conservar parte de la personalidad de cuando aún vivían.

“Una cosa completamente diferente, que hemos visto en series o películas de series, es que hay todo un lenguaje que creamos, hay palabras, tenemos un diccionario de todos estos gruñidos que escuchas en la serie. Hay un trabajo muy elaborado atrás, una personalidad detrás de cada uno, en ese aspecto nos clavamos mucho y creo valió la pena”, afirmó.