LA CANCIÓN #6

Evaristo y la Polla Records

Evaristo y la Polla Records
Evaristo y la Polla Records Foto: Cortesía del autor

La noticia sacudió a la escena punketa nacional: Evaristo Páramos, el legendario cantante del Rock Radical Vasco, anunció tres conciertos en México cargados con el arsenal de La Polla Records, The Cagas / The Meas y Gatillazo este 18, 20 y 21 de junio. De volada se dejaron venir las descalificaciones y empezaron a caer las advertencias de portazos por las sedes y los precios: entre 400 y mil 800 pesos. Resulta que los conciertos se realizan en las Arenas de Monterrey, Ciudad de México y Guadalajara, operadas por Zignia de Grupo Salinas, también dueños de Súper Boletos.

La Polla Records es quizá el grupo más representativo del punk español —el equivalente a los Sex Pistols desde su nombre—, aunque para algunos como yo, la verdura del caldo sea Eskorbuto. La formación original era oriunda del País Vasco y desde 1979 su historia fue una montaña rusa de radicalismo antitodo, cambios de personal, de nombre, de estilo y una demanda que terminó por desintegrarlos en 2003, tras la muerte de su baterista Fernandito por un infarto en mitad de una gira. En México logramos verlos en 1990, estaban en su punto con el disco Ellos Dicen Mierda, Nosotros Amén, tocaron en el ex Balneario Olímpico de Pantitlán, en el Teatro Blanquita y en el salón La Última Carcajada de la Cumbancha, donde pude presenciarlos en el mero caos. Sólo tocaron cinco canciones, el concierto se terminó por el atasque de personal y el ambiente encerrado que llovía sudor desde el techo, lo que le ocasionó una crisis de asma a Fernandito. Eso provocó la furia de los erizos que, después de dar portazo, acabaron con todo adentro y afuera del LUCC. Conservo ese cartel y el caset chopero de No Somos Nada, su disco más popular.

LA SEGUNDA VIDA DE LA POLLA fue en 2019, regresaron con ¡Ni Descanso, Ni Paz!, una recopilación de sus primeros discos, la gira y el en vivo Levántate y Muere. Pero en 2021 la pandemia les puso un hasta aquí. Entonces, el inquieto Evaristo siguió por su parte con los grupos Gatillazo y el reciente Tropa do Carallo. También publicó su libro de memorias y reflexiones Por los hijos lo que sea a los 46 años de carrera contra todo. La cosa es que los tiempos cambian y ahora es confrontado tanto por ex seguidores como por las nuevas generaciones que no conocieron el auténtico punk, pero se aferran a lo que queda y le exigen, desde sus celulares, el radicalismo del siglo pasado.

Acá las opiniones se dividen entre quienes lo consideran un traidor, “vendido al sistema” por presentarse en los recintos del empresario Ricardo Salinas Pliego y los que insisten en mantener vivo el cadáver punk a golpe de portazos. Si las cuentas no fallan, punks y jipis desaparecieron hace mucho, hoy son nostalgias, poses y modas. Evaristo cumplió 65 años cantando al margen su rabia sin abanderar ideologías, partidos ni causas, y sin hacerse millonario. Pero la edad no perdona, podrá parecer una caricatura, sin embargo, merece cobrar por su trabajo en cualquier sitio, vivir sin el flagelo económico y disfrutar la fama ganada a pulso, aunque sea convertido en un espectáculo de crítica esterilizada.