La música de la muerte

La canción #6

La música de la muerte
La música de la muerteforgottenmanproductions.com
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La música es el lenguaje de los espíritus. Su escritura es extraña y no cualquiera puede crearla, pero todos la percibimos y disfrutamos. El músico muere, pero su espíritu queda atrapado en las notas de las partituras y las grabaciones, así permanece entre los vivos. Un concierto que Albinoni compuso en 1721 trasciende y trescientos años después mantiene intacto el poder de tocarnos las fibras y conmovernos. El ser humano creó la música hace cincuenta mil años para comunicarse con los dioses, los espíritus de la naturaleza y los muertos. Desde entonces suena en todas las culturas y religiones de este mundo. ¿Y en el otro? ¿La música de aquí se escucha en el más allá?

Me gusta creer que sí. Leí una nota sobre los funerales musicales en Nueva Orleans, la ciudad vudú de los 42 cementerios, donde una banda de jazz acompaña al muerto hasta el panteón. El martes dos pasé en bicicleta por el panteón de Calacoaya y vi a la gente llevar música a sus muertos con tríos norteños, marimbas y bocinas con USB para bailar en la tumba. En alguna parte de Cómo funciona la música, David Byrne destaca su importancia social cuando escribe que a las personas nos reciben en este mundo con canciones de cuna y nos despiden con música fúnebre. Ahora se arrulla a las bendiciones antes de nacer. Hay canciones para cada evento y etapa de la vida: de cuna, infantiles, juveniles, de cumpleaños, graduación, boda y entierro; se tocan y cantan en ceremonias y fiestas sociales, oficiales, religiosas y tradicionales. Siempre hay que animar con música el lenguaje espiritual / emocional que nos une. Si se acaba la música, se acabó la fiesta.

Pienso en los discos que me llevaré a la tumba, serán mis llaves para entrar al inframundo

Si todo esto fuera cierto, si existiera el más allá como cada quien quiera imaginarlo, si la música es la mejor prueba de la existencia del espíritu, ¿qué sucede cuando una persona muere? ¿Hay música después de esta vida? ¿Allá escuchan la de acá? Los que afirman que no, ¿cómo lo saben? Tendríamos que hacer un experimento tipo Flatliners y comprobarlo. ¿Algún voluntario para el voyvuelvo? Lo mandamos con sus discos favoritos, por si acaso.

Mi lápida será una lista de los conciertos más importantes a los que fui. Y pienso en los discos que me llevaré a la tumba, serán mis llaves para entrar al inframundo. Llevo seis años conectado con mi papá a través de la música que compartimos. Murió hace seis años, pero seguimos escuchándola juntos y en el concierto de The Who tuvimos un Encuentro Cercano del Tercer Grifo, conversamos hasta las lágrimas. Como dicen, no tengo pruebas, pero tampoco tengo dudas.