Muere Polo Polo, maestro de la comedia en vivo que marcó una época

Antes de que el stand up llegara a los bares y a plataformas de streaming hubo un comediante que lo cambió todo: Polo Polo, quien tenía una manera muy particular e ingeniosa de contar chistes e historias. Además de hacer de la comedia todo un negocio: giras en los principales teatros y centros de espectáculos del país y de América, grabaciones de discos y casetes con sus mejores chistes y actuaciones en programas de sketches.

Su legado traspasó fronteras y generaciones al grado de ser considerado Maestro de la Comedia y pionero del stand up, pues en sus chistes incorporaba historias largas que contaba como propias, aderezadas con albures, agilidad verbal que adquirió despachando en la zapatería de sus padres en León, Guanajuato, su ciudad natal, y en la Ciudad de México. Sus burlas eran sobre las mujeres, los homosexuales y la religión, y no le tocó la época en la que diversas formas de hacer comedia hoy se están debatiendo o incluso cambiando.

Ayer que falleció, a los 78 años de edad, la comedia mexicana se puso de luto. Su hijo Paul García detalló que Leopoldo Roberto García Peláez Benítez, como se llamaba Polo Polo, murió a las 5:15 horas por causas naturales acompañado de su familia. Padecía demencia vascular, enfermedad que lo mantuvo fuera de los escenarios desde el 2016.

“Se cierra un capítulo memorable de la Comedia Mexicana. Él inmortalizó el Bar Keops, de la Zona Rosa; El Cuevón, de Escenaria; y quién no rió a carcajadas con los discos de este genial comediante. Impuso moda, estilo y formas de hacer humor con su personal manera de contar sus chistes y sus historias. ¡Mi querido Polito, de seguro ahora estarás contando chistes, haciendo reír a los mismísimos ángeles...!”, expresó con pesar el productor y comediante Jorge Ortiz de Pinedo.

Comediantes y standuperos lamentaron el deceso de Polo Polo. Franco Escamilla dijo en Twitter: “El rey ha muerto, el mundo se ha vuelto un lugar menos gracioso y con menos magia. Nadie nunca igualará al maestro Polo Polo. Un Marlboro rojo y un ‘cognaquito’ a la salud del mejor de todos los tiempos”.

Lalo España, conocido por su personaje de Márgara Francisca, destacó: “Su simpatía y talento para el humor nos regalaron años maravillosos de risas.”.

Adal Ramones, quien lo invitó en alguna ocasión al programa Otro Rollo, lo recordó como un maestro. “Se fue uno de los pocos grandes a quienes responsabilizo de abrazar este delicioso y muy serio juego de la comedia”.

El comediante Polo Polo comenzó su carrera en la década de los años 60 cuando fue descubierto en un lugar llamado Keops Nightclub y conforme fue ganando popularidad, entre la década de los años 80 y 90, pisó escenarios como el del Teatro Blanquita, el Teatro San Rafael y el Salón más grande de México, en el Hotel Crowne Plaza, siempre con localidades agotadas. Además de presentarse en el Gran Olympic Auditorium de Los Ángeles; el Sahara Hotel & Casino, de Las Vegas; o el Celebrity Theather, en Phoenix, en Estados Unidos.

En 1987 lanzó su primer álbum con la disquera Musart, en éste incluyó chistes como “Viaje a España”, “Argentinos” y “El Hipódromo”. A este material le seguirían 21 más, los cuales fueron exitosos; sin embargo, las tiendas prohibieron su distribución debido al lenguaje obsceno, albures y referencias de índole sexual que contenían.

Su fama lo llevó a programas de comedia como Con ganas y El Calabozo. Con Jorge Ortiz de Pinedo participó en La escuelita VIP, compartiendo créditos con Xavier López Chabelo, éste último expresó ayer: “Qué afortunado de haber compartido tanta vida juntos”.

Polo Polo también llevó su comedia al cine en las películas Investigador Privado... muy privado (1990), Sólo para Adúlteros, Los relajados (1989), Duro y parejo en la casita del pecado (1987) y La lechería de Zacarías. Tiempo después sus chistes fueron animados.

Polo Polo, la leyenda de la comedia, ayer por la tarde fue despedido en la funeraria Gayosso de Sullivan, en la CDMX.