Inteligencia Artificial muestra cómo se vería Coraline si fuera una niña real │ FOTOS

"Coraline y la puerta secreta" es un filme animado del director Henry Selick. Se estrenó en 2009 y pronto se convirtió en un clásico del cine de terror.

En esta historia, que se basa en la novela de Neil Gaiman (2002), la protagonista encuentra una puerta que la lleva a un mundo paralelo donde todas las personas tienen botones en lugar de ojos.

Así luciría Coraline si fuera una niña de verdad

Coraline se ganó un lugar especial en el corazón de los amantes del cine de animación. El estilo del filme ha sido elogiado por su estilo visual único y su historia cautivadora.

Ahora podemos imaginar, gracias a la Inteligencia Artificial, cómo se vería ella si fuera una niña real.

Ello, después de que ciber usuarios pidieran al programa Midjourney que recreara la versión hiperrealista de la pequeña. El resultado fue sorprendente y te lo presentamos a continuación:

El arribo de la Inteligencia Artificial ha abierto una amplia gama de posibilidades para recrear mundos y personajes ficticios, ofreciendo versiones apegadas  a la vida real.

¿Quién fue Coraline en la vida real?

El escritor Neil Gaiman ha señalado que su novela está basada en una historia real, de un antiguo y escalofriante relato de su pueblo natal: el Condado de Hampshire, en Reino Unido.

Según su obra, una anciana cuidaba a su nieta recién nacida, la niña se había quedado huérfana, pues sus padres murieron en un incendio.

Sin embargo, la mujer tenía muy resguardada a la menor y ninguna de las personas del vecindario la habían visto salir a la calle o a jugar con otros niños de la localidad.

Esto comenzó a levantar sospechas, así que varios niños se organizaron para entrar una noche a la mansión y poder conocer a la misteriosa niña.

Cuando entraron a la casa de la anciana, los menores se llevaron una sorpresa: para empezar, no encontraron indicios de que ahí viviera una niña, lo único que vieron fuera una vieja cuna. Al acercarse a ella, descubrieron horrorizados que había un cadáver quemado de un bebé con botones cosidos en la cuenca de los ojos.

Por lo que concluyeron que en realidad la niña no había sobrevivido al incendio, pero la abuela decidió quedarse con el cadáver como un signo de la locura que se le desató por el trauma de haber perdido a toda su familia.

Tras contarle a sus padres, ellos mandaron recluir a la anciana en un hospital psiquiátrico. La anciana quería llevarse una muñeca al hospital, asegurando que en ella habitaba el alma de su nieta.

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Leo